
El venezolano posee extraordinaria capacidad humorística, es trabajador, adaptable (más de lo necesario), pacífico, democrático, amante inquebrantable de la libertad, misma que viene incrustada en nuestro ADN… y es muchas cosas más, pero, como lo diría Arturo Uslar Pietro ¡no es pendejo! de eso no tiene un pelo.