
Quiero comenzar mi artículo de opinión de esta semana haciendo un llamado a nuestro pueblo a cuidarnos. Las noticias del contagio de personalidades en nuestro país y en el mundo, antes que cualquier otra consideración, debe abrirnos los ojos sobre una realidad indiscutible: no estamos a salvo, todos podemos contagiarnos y el peligro es real, y en un país tan vulnerable como el nuestro, en el que las cifras vienen subiendo exponencialmente, la probabilidad de que sea mortal es mayor.