Para contrarrestar la abundante comida que se suele consumirse en Navidad, no está mal que acostumbremos a nuestro cuerpo al consumo de algunas infusiones que nos ayudan al trabajo que realiza nuestro sistema digestivo.
El jengibre es una planta que crece en todas las regiones tropicales del mundo, pertenece a la familia de las zingiberáceas, al igual que la cúrcuma y el cardamomo. Es conocido por sus diferentes propiedades para la salud.
Expertos señalan que el jengibre tiene una gran concentración de nutrientes. La farmacéutica, dentista y nutricionista Reme Navarro compartió en su canal de YouTube algunos beneficios de esta planta.
Entre la lista, explica que facilita la digestión y activa los movimientos intestinales; ayuda a reducir la acidez y los gases, funciona como antioxidante y antiinflamatorio, y favorece a la pérdida de peso.
Sin embargo, señala la nutricionista que existen varias contraindicaciones de uso. No recomienda la ingesta de esta para niños, embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
Al igual, asegura que se ha popularizado su consumo por los efectos antioxidantes que tiene. No obstante, expertos subrayan que, aunque sus nutrientes cumplan con algunas funciones digestivas, no se puede sustituir con una dieta balanceada.
Por su parte, la Academia española de Nutrición y Dietética expone que la alimentación que están a base de solo un producto no son recomendables.
Por ejemplo, en redes se ha popularizado la ingesta de bebidas milagrosas, las cuales prometen en semanas tener resultados.
Incluso, seguir una dieta a base de jengibre podría traer un efecto contrario al que se busca, o efecto rebote, que es el resultado de un círculo vicioso por perder peso rápido, que se limita el consumo de ciertos alimentos y se maximiza el de otros.
Entonces expertos recomiendan que si va a consumir agua de jengibre lo haga siempre sin exceder su ingesta. Con información de ElNacional
Prepara tu infusión de jengibre
Ingredientes:
15 gramos de jengibre fresco
125 mililitros de agua
Elaboración:
Pon a hervir el agua en un ollla.
Mientras se calienta el agua, pela el jengibre y córtalo en rodajas no muy finas.
Cuando comience a hervir, agrega el jengibre y cuécelo despacito alrededor de 20 minutos.
Pasado ese tiempo, apaga el fuego y dejar reposar unos 5 minutos. Así los aceites del jengibre se infusionarán mejor en el agua.
Si deseas colócale unas gotas de limón
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