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Foto del escritorAquilino José Mata

Amistad es un viaje para reír y reflexionar, dice Carolina Rincón


Carolina Rincón (centro) con su equipo de producción. Foto: Cortesía

Dumas, Manglano y Ufarte son tres amigos desde su infancia y a partir de entonces han compartido inumerables momentos. Al reencontrarse en la madurez deciden participar en un juego, ciertamente peligroso, que desafía las fronteras entre la vida y la muerte. Esta historia es la que narra Amistad, una “comedia con pensamiento” (así la calificó la crítica a raíz de su estreno en Madrid ) a estrenarse este jueves 17 de octubre en el Trasnocho Cultural.


Competitividad, luchas de poder, envidia y secretos inconfesables son algunos de los temas que afloran en esta puesta en escena, estelarizada por los actores Rolando Padilla, César Bencid y Gerardo Soto, bajo la dirección de Rafael Barazarte.


Rolando Padilla, César Bencid y Gerardo Soto, los actores de Amistad

Su autor, Juan Mayorga Ruano, además de matemático y filósofo, es una figura prominente en el mundo del teatro contemporáneo español. De hecho, en 2022 recibió el premio Princesa de Asturias de las Letras, un galardón que no solo reconoce su excelencia literaria, sino también su influencia en la cultura española y mundial. Es considerado uno de los dramaturgos más internacionales de su país.


Seducida por la trayectoria escénica de Juan Mayorga, la productora venezolana Carolina Rincón lo abordó después de uno de sus estrenos en la capital española, para pedirle los derechos para nuestro país de alguno de sus montajes. De esta manera surge la autorización de Mayorga para estrenar en Caracas Amistad, una de sus propuestas más celebradas.


Carolina Rincón ha dejado una huella fecunda en el teatro venezolano. Ha sido reconocida con numerosas distinciones, entre ellas el Premio Municipal de Teatro en 1995 a la Mejor Producción por El Matrimonio de Bette y Boo, hasta el reconocimiento en 2019 por la producción de El día que me quieras en el Festival de Teatro “Nos vemos en la Concha”.


Todo ello es expresión de su indoblegable compromiso, no solamente con el arte, sino también con la ética laboral y la excelencia profesional. En la entrevista que tuvimos con ella para Informe 21, dio detalles de este próximo estreno.


-¿Cómo lograste los derechos para montar Amistad en Venezuela?


-Voy a menudo a Madrid, ya que mis hijas están allí. Y como no entiendo la vida sin el arte, voy a los teatros, a los que puedo ir. Allí vi un espectáculo de Juan Mayorga, que se llama Silencio, que fue el discurso de orden que dio cuando le dieron el premio Princesa de Asturias de las Letras en 2022. En ese momento lo contacto con la idea de hacer aquí también Silencio. Se trata de un monólogo actuado por Blanca Portillo, una de las más grandes actrices de la escena española, pero en ese momento no podía darse. Entonces vi otras dos obras de él, María Luisa, sobre la vejez abandonada, y La colección. No había visto Amistad, pero fue de esta obra la que su autor me dio los derechos por ocho funciones, después de haber .estado año y medio detrás de él.


-Amistad es una expresión del compromiso absoluto de su autor con el teatro de texto. Estos tres personajes, que son amigos desde el colegio, deciden jugar en escena un juego muy peligroso, que los lleva a decirse todo lo que nunca se han dicho. Por allí aparece la grieta del desencuentro, para finalmente exponer la tesis de él, de que la amistad hay que alimentarla, hay que regarla. Es bastante interesante. Los críticos en Madrid dijeron que era “una comedia con pensamiento”. Se trata de una comedia negra, para que el espectador luego reflexione al salir.


-¿Cómo fue la elección de los tres actores que la harán en Venezuela?


-Estaba buscando jóvenes directores a quienes pudiera interesarle el texto. En esa búsqueda elegí a Rafael Barazarte, un destacado director de las nuevas generaciones. Vi tres espectáculos suyos antes de decidir proponerle que trabajara con nosotros. Luego, entre los dos, empezamos a considerar a los actores, pues en este ámbito no son muchos los que los encarnen el prototipo de esta historia, que transcurre en la época otoñal de los tres personajes. A estas alturas puedo decirte que estoy muy contenta con ellos, así como también con el compromiso de Rafael Barazarte. Estará en cartelera del 17 al 27 de octubre en el Teatro Trasnocho.


-Yo me formé como productora creyendo que un actor, un director, se crea o se afina en un grupo teatral, pero aquí estamos haciendo un experimento a la inversa y afortunadamente hasta ahora, en los dos espectáculos que he presentado, me ha ido bastante bien. ´


Carolina Rincón ha tenido un apreciable recorrido profesional.


-Me formé en la Compañía Nacional de Teatro cuando era una compañía robusta que presidía Isaac Chocrón. Allí estuve cuatro años, luego trabajé con Elías Pérez Borjas en el Teresa Carreño y con el Grupo Actoral 80 estuve 15 años.


-Después del GA-80, trabajo por mi cuenta desde hace tres años con mi propia empresa, llamada Productora de Sueños. Espero que esta vez de nuevo el éxito me acompañe, trabajando como hormiguita y formándome también en el criterio, porque en este espectáculo yo me estoy empeñando en diseñar este espacio también, además de la producción general en lo artístico.


-Serán ocho únicas funciones. Pero si a este espectáculo le va bien, tengo muchas ganas de llevarlo al interior, no sólo ocuparme de Caracas, porque para mí Caracas no es Venezuela, quisiera ir a Barquisimeto, a Maracaibo, a Valencia. Pero bueno, eso ya sería para el 2025, de darse esa posibilidad. Ojalá que el público nos acompañe.


-¿Qué otra obra piensas producir?


-He tenido la fortuna de que Eusebio Calonge, el dramaturgo de La Zaranda, de España, del Teatro Inestable de Ninguna Parte, que es una maravilla, me dio los derechos para hacer una obra de ellos en 2025. Por primera vez en Venezuela estará un texto de La Zaranda hecho por venezolanos. Se llama Los que ríen de los últimos y es una de sus obras más exitosas.


-¿Qué balance haces de tu labor como productora?


-Romper el mito de que un productor, un director y un actor se forma solamente en los grupos. Eso está bien, no digo que esté mal, pero también, cuando cada quien sabe su trabajo, puedo agrupar gente, bajo mi criterio, para producir un espectáculo coherente artísticamente.´


-¿Y de los montajes realizados hasta ahora?


-Estoy muy contenta con lo que he hecho. Sé que suena muy pretencioso decirlo. De mis dos obras anteriores se vendieron todas las entradas, tanto de La Monstrua, con Gledys Ibarra, como de Químicos para el amor, con Carlota Sosa y Rafael Romero. Con Monólogos de la vagina, actualmente en exhibición con Marianella Salazar, Valentina Quintero y Dora Mazzone, tengo 25 años montándola. Su regreso a escena es importante y oportuno, pues le pone voz a esas mujeres que no tienen quién las defienda.. Ha sido un éxito. Es un espectáculo necesario.


-¿Cuán difícil es producir un espectáculo en un país tan impredecible como Venezuela?


-Esto para mí es un acto de fe, porque yo no concibo la vida sin el arte, sin el teatro. Pero hay que continuar y no perderse.


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