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Foto del escritorReinaldo J. Aguilera

Borrachos de poder


Hasta la embriaguez tiene un límite. Imagen: Jo-B, Pixabay

Hablar de los desmanes que ha cometido el régimen Chavo/Madurista en todos estos años es redactar una novela como mínimo, sin embargo solamente con mencionar algunos eventos recientes basta para que los que duden terminen de darse cuenta de la calaña de esta gente.


Partiendo de los hechos posteriores a la elección presidencial inconclusa del 28 de julio pasado, digo inconclusa, porque a la fecha aun no se ha oficializado un resultado creíble por parte del organismo electoral, es decir el CNE. En la oposición sí se sabe quién obtuvo el triunfo, pues las actas oficiales, validas y verdaderas emitidas por las máquinas del Consejo Nacional Electoral y que se entregan a los testigos de los partidos participantes, indican que el Embajador Edmundo González es el presidente electo. Pero la borrachera de poder permanente en la que se encuentran en el régimen, hace que eso no sea lo valido. Por el contrario, lo válido para ellos es que quien perdió sea el que se juramente.


Es entonces que caemos en primer término, en el aspecto de la persecución constante de quienes piensan o emiten una opinión distinta a la corriente oficialista. Así pues, detuvieron por solo mencionar a alguien, a una excelente amiga y profesional quien se desempeña como Coordinadora Nacional de Contraloría Electoral en la Asociación Civil SUMATE, al igual que ella, muchas otras personas han sido detenidas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), maestros, estudiantes y un sinfín de personas, todo en el contexto de la crisis política post electoral.


Sin embargo aunque sucedieron muchos eventos después, lo que en lo particular me ha afectado mucho, como a miles de personas, es la detención y pase a juicio de aproximadamente 67 menores de edad, arrestados incluso al azar, trasladados a centros de detención muy peligrosos. Ya se sabe de abusos a esos menores. Es, definitivamente, una ruptura muy grave en el sistema de justicia ya bastante deteriorado de nuestro país.


Luego de muchos días, para horror de sus madres en algunos casos, al poder visitarlos se percataron que varios han perdido piezas dentales y según declaraciones les pusieron electricidad como método de tortura, para que admitieran hechos de los cuales no tenían conocimiento. Una barbarie total sin precedentes.


Según  The Guardian, más de 1.600 personas han sido detenidas hasta la fecha, muchas de ellas sin orden judicial, ya que las fuerzas de Maduro no sólo persiguen a los manifestantes, sino también a cualquier sospechoso de ser opositor.


Esta ola de represión sin precedentes, supera incluso las duras medidas que se tomaron entre 2014 y 2017 en el país, a tal efecto los grupos de derechos humanos han expresado su alarma, señalando que las detenciones forman parte de una estrategia más amplia para disipar cualquier crítica al gobierno.


Por su parte, The  Washington Post reportó, que los niños han sido obligados a realizar actos de lealtad al régimen, como saludar a un retrato de Maduro y honrar al ex presidente y fundador del Estado socialista de Venezuela, Hugo Chávez.


Las familias también han denunciado que a sus hijos se les niegan necesidades básicas, como alimentación adecuada y atención médica, además de sufrir abusos físicos por parte de las autoridades.


Ya han pasado más de 60 días desde el proceso electoral del 28 de julio y aun el Consejo Nacional electoral no aclara de dónde y cómo emitió los resultados escuetos y sin basamento que se conocen. De tal manera que la crisis parece prolongarse cada día más.


A la par de todo lo que les comento, están los asuntos turbios que salen a la luz pública y que, a pesar de ser tan evidentes, el régimen pretende ocultar como si se tratara del robo de minucias. Me refiero a cosas como el caso de la desaparición de más de 21 mil millones de dólares por lo que está detenido el ex ministro Tarek El Aisami y el último escándalo que involucra a la hermana de Jorge Rodríguez, quien despotrica y trata de humillar a cualquiera que sea opositor al régimen corrupto de Nicolás Maduro.


El caso ya conocido internacionalmente como DELCYGATE, tiene boquiabierto a quien no conoce o ignora las cosas que el régimen Chavista ha hecho durante ya 25 años. El asunto es que en 2020, Delcy Rodríguez ofreció a empresarios españoles, al reunirse con el para entonces Ministro de Transporte José Luis Ábalos, con la anuencia de Pedro Sánchez, nada más y nada menos que la venta fraudulenta de 104 barras de oro venezolano por 68,5 millones de dólares.


Al día de hoy la trama de corrupción que rodea al ahora ex ministro de Transporte español, Ábalos y que lo mantiene desde hace meses bajo investigación, como parte del llamado "Caso Koldo", ha revelado que, durante ese viaje a Madrid, que fue vendido por La Moncloa como una "escala técnica", Rodríguez ofreció la venta fraudulenta y al momento no se sabe qué ocurrió con ese dinero.


Definitivamente el Chavismo, Maduro y sus secuaces siguen en una eterna fiesta, embriagados de poder y pensando que nunca se acabará esa celebración, que corre a cuenta de millones de ciudadanos que ya se cansaron y que con seguridad en algún momento harán respetar la voluntad expresada en las urnas el pasado 28 de julio. Así de simple y sencillo.



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