La jugada del régimen con el CNE devela dos realidades; su control absolutista sobre las instituciones del Estado y además, su infinito nivel de cinismo. Prácticamente empujaron a la
“oposición” a solicitar su apoyo para que finalmente el chavismo haga renunciar a sus rectores, dejando al desnudo y a la intemperie las primarias “opositoras”. Bueno que haya pasado, es un necesario recordatorio para encarar el contra quiénes estamos luchando los venezolanos: un régimen impío, frío, calculador y una oposición inútil, ceñida a los designios del chavismo, sin agenda propia.
¿Qué hay detrás de esta jugada? Primero lo evidente, el régimen no sabe qué hacer con María Corina Machado, la única figura política en el país con aceptación creciente ¡La única! Ni el chavismo ni la “oposición” cuentan con un liderazgo que se aproxime a su liderazgo. El gran problema de fondo es que Machado también es reconocida como la figura opositora más importante para la comunidad internacional, tras todo lo acontecido con Guaidó, su presencia en el ámbito electoral es lo único que pudiera darles legitimidad a las primarias y a las presidenciales.
Allí comienza el calvario para el régimen y falsa oposición, dejar correr a María Corina Machado significaría su inevitable triunfo, lo que pondría en jaque al estatus quo, la corporación chavista-G4+. Además, sí la dejan participar en las primarias con CNE ¿Bajo qué pretexto la inhabilitaría para las presidenciales? No tendría sentido. Por otra parte, inhabilitarla tiene su alto precio, sobre todo cuando todavía falta más de un año para las presidenciales, esas elecciones transitarían sin carisma, legitimidad y, desde luego, legalidad.
El régimen prefirió desmontar el CNE que prestarse para unas primarias con Machado, lo dicho, sabe las ganaría si mayores inconvenientes, se estaría cristalizando un apoyo ciudadano de peso, dando organicidad a lo que hoy son escombros de partidos y figuras cuestionadas por propios y extraños.
En segundo lugar, queda en evidencia la temeraria conchupancia régimen-G4+. Sin CNE y ante la ineptitud intencional exhibida por los integrantes de la Plataforma Unitaria, esta coyuntura obligaría escoger un candidato por consenso donde se impondría una figura de estos, genuflexos al poder rojo… todo un macabro plan destinado al sostenimiento del estatus quo que destruye la nación desde 1999.
En tercer lugar, obligados por la precariedad del histórico rechazo a Maduro, creemos firmemente que se dejará transitar el 2024, así adelantar elecciones de gobernadores y alcaldes, obligándolos a trabajar en una campaña oscura, obligarlos a ocultar a Maduro entre otros sus rostros que, si nos lo preguntan, tienen idéntico rechazo a todo lo que huela o se parezca al psuv y sus figuras. Por tal motivo, les urge multiplicidad de figuras dizque opositoras, doblegadas, sumisas, tarifadas para intentar una reelección ilegal e ilegitima sin alborotar al mundo de las sanciones.
De este modo, fueron removidos los rectores CNE a fin de colocar en su lugar piezas mucho más radicales que los salientes, capaces de liderar sin empacho un proceso que continuará
oscureciendo las páginas de nuestra historia. En todo este interín, se afinan las estrategias del chavismo, las de la falsa oposición (alacranes, G4+ y afines) y las de María Corina Machado… así, en definitiva, se divide la política venezolana al sol de hoy.
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