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Foto del escritorAquilino José Mata

De cómo Fania pegó la salsa mundialmente


Para los años 70 la Fania era una potencia de la música latina. Foto: Fania Records

Hace seis décadas nació en Nueva York Fania Records, el sello disquero que proyectó a la salsa como un fenómeno mundial. Sus fundadores fueron el músico dominicano Johnny Pacheco, junto al abogado italoamericano Jerry Masucci, En aquel momento los ritmos afrocaribeños eran una sensación en la ciudad de los rascacielos y Pacheco uno de sus exponentes más celebrados. La suya fue la primera banda latina en presentarse en el célebre Teatro Apollo, en Harlem, en 1962 y 1963, indiscutible templo de la música de raíz afroamericana.


En 1964, la compañía inicia labores con su primer álbum, Cañonazo, en donde Pacheco participa junto a su orquesta con los vocalistas Monguito y Pete “El Conde” Rodríguez. En los años siguientes, Fania impulsaría la carrera de artistas como Willie Colón, Ismael Rivera, Cheo Feliciano, Rubén Blades, Héctor Lavoe, Larry Harlow, Ray Barretto y Celia Cruz, entre otros. En su afán de impulsar el sello, Pacheco y Masucci incursionan en el cine. En 1971 coprodujeron el documental Nuestra cosa latina”, donde se muestra el poder de la salsa en Nueva York. Les fue tan bien, que en 1974 lanzaron una segunda película, que titularon Salsa.


Como ya dijimos, la Fania empezó a contratar a otros jóvenes artistas. El grupo del pianista Larry Harlow con el sonero adolescente Ismael Miranda fue de los primeros, seguidos de Willie Colón y Héctor Lavoe, Bobby Valentín, Joe Bataan y Ray Barretto. Pacheco también fungiría como director musical de la Fania All-Stars, el conglomerado que juntó a las estrellas de la compañía para una serie de míticos discos y conciertos. “Mi juventud me ayudó mucho en esa época”, admitía Pacheco en una entrevista con el investigador musical Ernesto Lechner. “Estaba lleno de energía. Empezaba en el estudio a las 10 de la mañana y a eso de las 9 de la noche me iba al Corso -en la calle 86 y la tercera avenida- para tocar los bailes. Casi no dormía. Llegaba muerto a mi casa”. Y en un momento de reflexión, puntualizaba:

“Te voy a decir algo que no se lo he dicho a nadie. Creo que sacrifiqué mis propias grabaciones para darles tiempo a los muchachos nuevos. Nunca forcé a nadie a cambiar el arreglo de una canción. Iba al estudio y les dejaba realizar sus ideas. Si no, todo el mundo iba a sonar como Pacheco”.


Para los años 70, la Fania, a veces llamada la Motown de la Salsa, era una potencia de la música latina y la Fania All Stars iba de gira por el mundo. La disquera vio nacer potentes colaboraciones creativas, como la de Colón, compositor y trombonista y Rubén Blades, un cantante y letrista con conciencia social, así como el surgimiento de ídolos de culto, como Lavoe, el cantante puertorriqueño que batalló con la adicción a las drogas y murió de complicaciones relacionadas con el sida a los 46 años.


A mediados de los años ochenta Fania Records se disolvió entre demandas por regalías y en 2005, Emusica, una empresa de Miami, compró su catálogo y empezó a lanzar versiones remasterizadas de sus grabaciones clásicas.




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