1. Luego del intento de asesinato del ex-presidente Trump, muchos predijeron que la victoria de Trump estaba ya sellada. Y no es para menos. Su rostro ensangrentado y levantando el puño es un signo de fortaleza y de liderazgo invencible. Es una de esas imágenes épicas en la historia del poder.
2. Pero el presidente Biden respondió a este atentado criminal, tratando de desmantelar la victimización y probable triunfo de Trump, con estas palabras:
3. “Esta noche, quiero hablar de lo que sí sabemos (acerca del atentado): Un ex presidente fue tiroteado. Un ciudadano estadounidense asesinado mientras simplemente ejercía su libertad de apoyar al candidato por el que optaba.”
4. “No podemos -continúa Biden-… no debemos ir por este camino en Estados Unidos. Ya lo hemos hecho antes a lo largo de nuestra historia. La violencia nunca ha sido la respuesta, ya sea con miembros del Congreso de ambos partidos como objetivo en el tiroteo, o una turba violenta atacando el Capitolio el 6 de enero, o un ataque brutal contra el cónyuge de la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi, o información e intimidación a funcionarios electorales, o el complot de secuestro contra un (a) gobernador (a) en funciones, o un intento de asesinato contra Donald Trump.”
5. En fin, Biden sostiene que normalizar la violencia como método para saldar o dilucidar cuentas políticas se convierte en un bumerang generalmente.
6. El asesino que intentó matar a Trump era un joven de 20 años de edad, quien actuó en solitario (según investigaciones del FBI), utilizando un fusil de asalto comprado por su padre quizás en cualquier tienda de armas que gozan del permiso de venta libre que defienden el expresidente Trump y muchos republicanos.
7. Obvio, si el intento de asesinato hubiese sido planificado por organizaciones terroristas, sin duda hubiesen conseguido el arma de cualquiera manera. Pero no era este caso.
8. Hoy fue Trump la víctima. Ayer fueron cientos de estadounidenses muertos por asesinos solitarios que tienen acceso libre a las armas para perpetrar el crimen. La mayoría de esas víctimas eran jóvenes y niños asesinados en sus aulas de clases.
9. Biden recuerda que elogiar el atentado criminal contra el Capitolio el 6 de enero (con un saldo de varios muertos) y al mismo tiempo condenar el atentado contra Trump es contraproducente, pues ambos hechos tienen una misma falla de origen: dilucidar la política a través de la violencia.
10. Todo este escenario de violencia (incluyendo los intentos de fraude electoral) para dilucidar la política es un mal síntoma para la democracia estadounidense. Recordemos que la Unión Soviética no se derrumbó por ataques misilísticos de Occidente sino por sus propias miserias políticas internas. Se auto destruyeron. Se derrumbaron por su propio peso.
God bless América.
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