Para quienes se preguntan quizás cuál es la conexión existente en el titulo del presente artículo de opinión, trataré de explicarlo lo más corto y preciso posible, dadas las circunstancias actuales.
El primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, político oriundo del estado Táchira, coincidió con el auge petrolero de 1974, que vio prosperar la economía venezolana, Carlos Andrés Pérez lanzó un programa de rápida modernización, que trajo inmensos beneficios al país. Su primera presidencia también vio la nacionalización de la industria del hierro y el petróleo, generando un crecimiento en el denominado eje del Orinoco.
Sin lugar a dudas, al dejar CAP su primer gobierno, entregó un país preparado para tener una gran época en los años 80. Además logró un crecimiento sostenido en el país. Para millones de venezolanos Carlos Andrés Pérez ha sido el mejor y más extraordinario presidente de la democracia venezolana.
Políticamente hablando, el país siguió su rumbo, hasta que llegó la campaña electoral de 1988, en la cual el eslogan del candidato del partido político Acción Democrática fue algo que caló en lo más profundo de quienes recordaban su primer gobierno “El Gocho Pal’88”. De tal manera que de un modo abrumador el ex presidente Carlos Andrés Pérez logró obtener nuevamente la victoria y convertirse en presidente nuevamente.
Sin embargo, en su segundo mandato las cosas no serían como muchos imaginaron. El país y el propio planeta no eran los mismos. La diversificación de la economía y los problemas mundiales hicieron que todo no fuera lo que una vez fue. En medio de su segundo mandato ocurrió el intento de golpe de estado liderado por Hugo Chávez Frías y de allí hasta la fecha ya sabemos la historia, por no entrar en más detalles.
El presidente Pérez fue enjuiciado y destituido de su cargo. En conclusión: no pudo ver los resultados que pudo haber tenido el proyecto de "El Gran Viraje" que estuvo planteado en su propuesta de campaña. Lo que quiere decir todo esto es que su segundo gobierno no tuvo el impulso y gloria del primero.
Salvando todas las distancias posibles, llegamos entonces al 2024, donde hace apenas 72 horas justamente un ex presidente de los Estado Unidos acaba de ser elegido nuevamente. Es el caso de Donald J. Trump, quien hace apenas casi 4 años atrás entregaba la presidencia en medio de graves problemas, con una situación sumamente delicada que sucedió en el Capitolio, aunado a los diversos juicios que le siguen.
Aun con todos los inconvenientes logró una victoria histórica para el partido Republicano y con el respaldo de millones de ciudadanos estadounidenses jurará el cargo el 20 de enero de 2025 al mediodía como el presidente Nro.47 de la nación.
Ahora bien, de allí el paralelismo entre CAP y Trump el cual se centra, en que tal vez muchos de esos millones de americanos y también latinos piensan que esta segunda administración de Donald Trump será como la anterior. Quizás si o quizás no. De pronto el presidente
electo recapacita en muchos aspectos, corrija errores del pasado, se rodea de asesores diferentes y logre un mejor gobierno, pero eso lo veremos en un futuro cercano, cuando seamos testigos de excepción de la historia misma. Así de simple y sencillo.
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