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Foto del escritorLeandro Rodríguez Linárez

Diálogo = Hecatombe


Imagen Pixabay

Primero una pequeña retrospectiva. No ahondaremos en los trágicos resultados para los venezolanos que han significado 23 años de diálogos con el chavismo, pero todos, sin ninguna excepción, terminan en procesos electorales con cada vez peores condiciones, por eso, tras cada elección nuestra calidad de vida empeora.


¿Por qué el régimen decide reiniciar el diálogo? Lo hace porque sencillamente se encuentra en sus mejores condiciones desde 2010, incluso antes. La invasión rusa a Ucrania ha hecho que occidente doble sus rodillas por la necesidad de nuestra energía, en consecuencia, flexibiliza las sanciones, además le urge reconocer a un gobierno venezolano para contar con un proveedor de petróleo seguro para EEUU y Europa, podemos decir, que se cansaron de esperar por la oposición.


En segundo lugar, la región se ha pintado de rojo, la izquierda retoma el control en la América continental. El régimen se ha alzado con dos socios determinantes, como lo son los gobiernos de Colombia y Brasil. Estos factores geopolíticos dan un espaldarazo al régimen donde lo económico/comercial está incluido.


Todo esto ha ocurrido bajo el interinato de Juan Guaidó, al no saber aprovechar el momentun en 2019 dejó que su “enemigo” resucitara como el Ave Fénix, no importa cuan rechazado se encuentre el chavismo dentro del país, continúa con el control absolutista de nuestras riquezas, instituciones y armas, sin mencionar lo arriba mencionado.


En líneas generales, el anuncio oficialista del posible adelanto de las presidenciales tiene un objetivo muy claro, evitar que la oposición tenga tiempo para realizar unas primarias que desalojen a Guaidó y, probablemente, elija una oposición real, radical, que pueda comprometer el juego de ciclos de crisis-diálogos-elecciones ilegales, donde el chavismo jamás pierde ni cuando pierde, desde luego, apoyado siempre en sus cómplices.


De este modo, el régimen da otro espaldarazo a quien ha sido su pilar fundamental, por obra y omisión, en su milagrosa resucitación, Juan Guaidó. Por eso, no es de extrañar que su mantra “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” fue sustituido por un básico, hueco y complaciente “elecciones libres” donde no se mueve un dedo para “hacerlas libres”, todo lo contrario, pide fecha de elecciones a las propias instituciones psuvizadas ¡Que desastre!


La crisis está: Dentro del país donde una minoría “enchufada” vive como jeques mientras los hospitales no tienen ni algodón y la inflación se come vivo a los venezolanos. El hambre de energía de occidente ciega los raciocinios de la comunidad internacional… por ende, se entabla otro proceso de diálogo.


No cualquier diálogo que necesariamente debe pasar por la transparencia ¡No! será otro diálogo sumamente secreto, entre los mismos de siempre y a miles de kilómetros de Venezuela, el resultado ya lo sabemos; otra elección en condiciones absurdas que solo beneficiará al régimen, a sus cohabitantes y occidente se hará la vista gorda para echarle mano a nuestro petróleo y gas. Este proceso será edulcorado con liberaciones de presos políticos, medidas dizque humanitarias, entre otros ardides.


Una vez más los venezolanos seremos sacrificados por los intereses del peor gobierno y la peor oposición de nuestra historia. Estamos a la orden de un milagro, ya una vez, hace más de 200 años, salimos de una situación similar, esta tierra está llena de héroes a los que les llegará su momento.


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