El Papa Francisco fue trasladado a su Ășltima morada
- Enrique RondĂłn Nieto
- hace 3 horas
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Entre lågrimas, oraciones y un silencio sobrecogedor interrumpido por espontåneos aplausos, asà como un mar de teléfonos móviles åvidos de inmortalizar el momento histórico, el mundo despidió a Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, en una ceremonia que combinó la solemnidad del rito con la emoción de un legado inolvidable.
Tras la santa misa exequial por el Romano PontĂfice este sĂĄbado 26 de abril de 2025 por la mañana, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, el cortejo fĂșnebre emprendiĂł su camino hacia la BasĂlica de Santa MarĂa la Mayor, uno de los lugares mĂĄs queridos por Francisco. En este santuario mariano, el mĂĄs antiguo de Occidente, quedarĂĄn depositados sus restos mortales, cumpliendo asĂ su deseo de reposar junto a la Virgen que tantas veces visitĂł discretamente antes y despuĂ©s de cada viaje apostĂłlico, asĂ como al final de sus hospitalizaciones.Â
A lo largo del recorrido por toda la ciudad desde el Vaticano hasta la BasĂlica, las autoridades competentes calculan que unas 150.000 personas estuvieron presentes en el Ășltimo adiĂłs al Papa Francisco.
Mientras la fe se expresaba en cantos, lĂĄgrimas y oraciones, el aparato logĂstico y de seguridad desplegado para el funeral fue tan imponente como silencioso. MĂĄs de 10.000 personas participaron en las labores de seguridad, atenciĂłn mĂ©dica y logĂstica. Entre ellos, 4.000 efectivos policiales, 2.000 agentes de trĂĄfico, y 4.000 voluntarios, coordinados para garantizar que nada empañara el Ășltimo adiĂłs al Papa.
El operativo incluyĂł francotiradores apostados en los tejados, unidades caninas, especialistas en desactivaciĂłn de explosivos y patrullas fluviales en el TĂber. En el cielo, helicĂłpteros y drones vigilaban el perĂmetro, mientras que en tierra se desplegaron unidades antiterroristas, antisabotaje y vehĂculos especiales NBCR para la detecciĂłn de sustancias tĂłxicas o radiactivas.

Por primera vez en una ceremonia papal, se utilizĂł la tecnologĂa RCD anti-drones del EjĂ©rcito, capaz de interceptar amenazas aĂ©reas no identificadas. AdemĂĄs, equipos âjammerâ bloqueaban señales de telĂ©fonos mĂłviles sospechosos, como medida de precauciĂłn frente a posibles intentos de atentado tecnolĂłgico.
En materia sanitaria, el sistema "Ares 118" movilizó 50 ambulancias, 6 puestos médicos avanzados y mås de 20 unidades de bomberos, asegurando una atención råpida ante cualquier eventualidad en medio de una multitud emocionada y, en algunos casos, exhausta por las largas horas de espera.

Al llegar a la BasĂlica de Santa MarĂa la Mayor, la ceremonia del entierro se desarrollĂł de manera privada. Hecha de mĂĄrmol de la regiĂłn italiana de Liguria, la tumba solo lleva la inscripciĂłn "FRANCISCUS" y una reproducciĂłn de su cruz pectoral. El emplazamiento de la tumba del Papa se ha preparado en un nicho de la nave lateral de la BasĂlica de Santa MarĂa la Mayor, entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza, y se encuentra junto al Altar de San Francisco.
Con informaciĂłn SebastiĂĄn SansĂłn Ferrari, vaticannews.na