Los primeros en reconocer a Edmundo González Urrutia como el presidente de todos los venezolanos, ha sido el valiente pueblo venezolano con esa votación de más casi 8 millones de electores que decidieron votar a su favor. ¿Puede exigirse una validación más trascendental que esa? ¡Desde luego que no!
“La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público…”. Esa es la sentencia constitucional que le da un blindaje a la designación de Edmundo González Urrutia, como primer magistrado nacional.
Ese dispositivo constitucional es diametralmente diferente al espíritu de lo establecido en el artículo 233 de nuestra Carta Magna, ya que en el mismo, se contempla el escenario del vacío de poder y la forma de suplirlo legalmente, mediante la responsabilidad que se le asigna a quien ejerza, en una coyuntura así, la Presidencia de La Asamblea Nacional. Por eso Juan Guaidó fue ungido como Presidente Interino, mientras que Edmundo González fue escogido por la inmensa mayoría del pueblo venezolano para ejercer ampliamente la
responsabilidad de Jefe de Estado.
Se hace necesario replantear que la ciudadanía venezolana lo ha dado todo en todos los terrenos en los que ha sido posible e indispensable defender el ideal por la libertad de nuestro país. La lucha de resistencia ha sido larga y exigente, y nunca nos hemos rendido. Por el contrario, hemos dado demostraciones del coraje y de la constancia, recursos indispensables para mantener encendida esa llamarada de esperanza que nos alumbra y con la que miramos hacia el porvenir.
Ya es hora de pasar la página del reclamo público y sostenido de que Maduro presente las actas. No lo hará. Esas actas que él bien conoce tienen plasmados los números que dan ganador a Edmundo González Urrutia. Por lo tanto, es momento de iniciar la fase del reconocimiento y salirnos de ese círculo vicioso que solo ha servido para que Maduro gane tiempo y genere confusiones, mientras que al mismo tiempo activa su aparataje instalado en la Fiscalía y en el domesticado Tribunal Supremo de Justicia para atacar con saña a los lideres que han encabezado esta titánica tarea de recuperar la democracia.
Los primeros pasos para iniciar y avanzar en esta ruta se han dado en diferentes parlamentos del mundo, especialmente en el Congreso de Diputados de España en el que después de un ardoroso debate resultó aprobada la moción de reconocimiento de Edmundo González Urrutia como el auténtico presidente electo de Venezuela. Esta semana tendrán lugar otros importantes acontecimientos en esa misma dirección, cuando el miércoles 18 en el Senado español también se produzca el mismo debate que, seguramente finalizará dándole el visto bueno a la proposición de reconocer a nuestro Presidente elegido en las urnas electorales y seguidamente, el jueves 19, el Parlamento Europeo será el escenario para que se vote con idéntica intención y una salva de aplausos producido por las palmas de los eurodiputados, salude al ilustre primer mandatario designado soberanamente por el pueblo Venezolano.
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