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El voto como herramienta para la democracia

Foto del escritor: Omar ÁvilaOmar Ávila

La inacción electoral es un error que el país no puede permitirse. Foto: Archivo I21
La inacción electoral es un error que el país no puede permitirse. Foto: Archivo I21

En el complejo escenario político venezolano, es importante recordar que la gestión de la mayoría de los gobernadores oficialistas ha sido duramente cuestionada por los ciudadanos de sus respectivas regiones. El descontento popular, reflejado en la crisis económica, la precariedad de los servicios públicos y la falta de respuestas gubernamentales, evidencia la necesidad urgente de un cambio que solo puede materializarse a través del voto.


En este contexto, resulta fundamental alcanzar una mayoría en la Asamblea Nacional, un órgano que no solo tiene la responsabilidad de legislar, sino que también ejerce un rol de contrapeso y control sobre el Ejecutivo Nacional. Más allá de las diferencias ideológicas, es imperativo reconocer que un Parlamento con equilibrio político permitiría impulsar debates y políticas que respondan a las verdaderas necesidades del país.


A lo largo de la geografía nacional, el clamor ciudadano es claro: la gestión de muchos gobernantes ha sido deficiente, sin distinción de afiliación política, lo cual representa una oportunidad inmejorable para que la ciudadanía ejerza su derecho al sufragio y transforme su descontento en acción; sin embargo, es oportuno recordar que una de las mayores amenazas para la democracia sigue siendo la abstención.


Desde Unidad Visión Venezuela consideramos que la inacción electoral es un error que el país no puede permitirse. La historia reciente demuestra que el abstencionismo solo ha servido para debilitar a los sectores que adversamos al gobierno y entregar espacios estratégicos sin resistencia. Ejemplos como la abstención del 2005, que permitió al oficialismo consolidar su poder en todas las instituciones, y los boicots electorales de 2017 y 2018 de un sector de la oposición, son pruebas contundentes de que no participar en los comicios no es una alternativa viable.


Es momento de superar la frustración y transformar la desesperanza en participación, no votar significa ceder el futuro del país sin presentar batalla, ya que la política no puede reducirse a una dicotomía de extremos irreconciliables; Venezuela no puede ser un país "libre de madurismo" ni "libre de oposición". La verdadera transformación se construye desde el diálogo, el compromiso y la acción democrática.


El liderazgo político tiene la responsabilidad de señalar el rumbo, más allá de las presiones de la opinión pública o del miedo al costo reputacional. Un líder auténtico asume riesgos, desafía la inercia y apuesta por estrategias viables, aunque no sean populares en el corto plazo. La recuperación del país requiere precisamente ese tipo de liderazgo: valiente, propositivo y comprometido con el bienestar colectivo.


Reconocemos que existe un amplio sector de la población que ha perdido la confianza en el sistema electoral, pero la solución no radica en el abandono de los procesos democráticos, sino en la exigencia de garantías y en la participación activa para generar presión y vigilancia sobre los mismos. La abstención solo fortalece el status quo, mientras que el voto sigue siendo la herramienta más poderosa para defender la democracia y construir un mejor futuro.


Hoy más que nunca, Venezuela necesita de cada uno de sus ciudadanos porque no es momento de rendirse ni de ceder espacios por omisión. La diferencia entre la gestión de municipios como Chacao y Sucre, en el estado Bolivariano de Miranda, por ejemplo, evidencia el impacto directo de la participación ciudadana en la administración local.

Mientras en Chacao se han mantenido ciertos estándares de gobernabilidad, en nuestro municipio Sucre la anarquía y la desidia han cobrado protagonismo.


La preservación de los espacios conquistados, la consolidación de los avances democráticos y el desarrollo de las regiones dependen de la unidad y el compromiso de todos. No podemos permitirnos retroceder. Es hora de involucrarnos activamente, hacer valer nuestra voz y ejercer el derecho al voto con la convicción de que cada sufragio es un paso hacia el país que queremos construir.


Unidad Visión Venezuela reafirma su llamado a la participación consciente y comprometida. El futuro de nuestra nación no se define desde la resignación, sino desde la acción colectiva. Venezuela nos necesita; es tiempo de alzar la voz, asumir responsabilidades y marcar el rumbo con determinación y esperanza.


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