No es fácil obtener una súper beca en la Universidad de Columbia en Nueva York. El venezolano Ferdinando Castro González es uno de esos pocos afortunados que puede estudiar una maestría -en su caso, Ciencias Políticas- sin preocupaciones económicas.
Ferdinando Castro González siempre buscó ser primero en todo. Así lo recuerdan algunas personas que lo conocieron desde niño. Se fue a Dallas en noviembre de 2016 impulsado por dos hermanos que ya estaban en Estados Unidos. Sacó visa de turista y cuando decidió cambiar de estatus para poder estudiar, enfrentó el primer problema: el pasaporte estaba vencido. "No había cómo renovarlo y las universidades no me aceptaba por eso. Pero al final hubo una especie de milagro".
--Yo estaba intentando aplicar en Richland College -hoy Dallas College-. Luego de mi exposición, la respuesta fue no. Cuando me retiraba, de un salón salió una señora que me invitó a pasar, cerró la puerta y me dijo que ella había escuchado la conversación y que había una pequeña rendija que me permitiría entrar al College pero que ella trabajaba hasta el día siguiente por lo que tenía que presentarle en las próximas horas los documentos que ella me enumeraba en una lista. Así lo hice, entré y nunca más supe de ese ángel.
Cuando llegó a Estados Unidos "hablaba, por lo menos, cinco idiomas. En Venezuela estudié ruso, francés e italiano. El inglés lo aprendí por mi cuenta y cuando presenté la evaluación de inglés para entrar a la universidad salí muy bien. No tuve que hacer curso alguno".
Debe estar muy satisfecho ese ángel que ayudó a Ferdinando a ingresar en Richland College porque hoy tiene dos carrera universitarias y está a punto de sumarle una maestría, La primera es algo que se podría traducir como Manager de Exhibiciones.
-- Escogí esa carrera porque su programa de estudio me pareció lo más cercano a mi intención de tener metodología que me permitiera aumentar la voces para difundir lo que ocurre en Venezuela. Mientras estudiaba estaba muy activo, exploré otras opciones y tuve muchos honores. Entre ellos, encargado, en todo el estado de Texas, en pasar resoluciones universitarias. Para eso, me reunía con representantes de más de cincuenta universidades, hacía una especie de comité para saber las necesidades de cada universidad y pasaba la lista de propuestas a los políticos para su posible solución. Logré que me aprobaran cinco propuestas en un año que hasta donde sé, es un récord. En tres años registré más de 2 mil horas de servicio comunitario para mi universidad en Texas y a pesar de toda la actividad extracurricular mis notas eran perfectas. Hasta el momento, soy el único estudiante internacional que ha recibido una medalla de la Casa Blanca. La medalla vino acompañada por una carta firmada por el entonces presidente Donald Trump. Es un reconocimiento por lo que hice a favor del estado de Texas y no suele darse a ciudadanos no estadounidenses.
Esa actividad en Richland College permitió a Ferdinando viajar por muchas partes de Estados Unidos, le pagaban por aprender a ser mejor líder y le abrió las puertas de la que sería su carrera universitaria. A esta altura de su vida tiene una colección de reconocimientos: fue considerado el mejor estudiante en Texas y está entre los 20 mejores estudiantes de Estados Unidos. Recibió un reconocimiento especial porque logró aumentar el monto de las becas para los cursantes de lo que él estudiaba, "tenía muy poco apoyo".
--La parte más dura fue durante la pandemia de COVID-19 porque pocas personas estaban activas y terminé liderando 13 organizaciones.
La súper beca
Otro reconocimiento fue la beca Jack Kent Cooke Foundation "es la más importante de Estados Unidos que es otorgada como a sesenta estudiantes al año y me permite estudiar en cualquier universidad cubriendo todos los gastos. Y tiene convenios con la Universidad de Oxford. Esa beca y el reconocimiento como estudiante líder del año fue la base para ser considerado entre los 20 mejores estudiantes de Estados Unidos en el año 2021-2022".
Con esa historia de vida ingresar a la Universidad de Columbia -una de las 6 mejores universidades del mundo- fue un paseo.
--Estar aquí me ha posibilitado muchas relaciones: fui presidente de la Universidad de las Naciones Unidos durante dos años, trabajé en el senado de Columbia, junto a otros cinco estudiantes fundé la primera Asociación de Venezolanos en Columbia...
Ferdinando ahora se prepara para una Maestría que puede cubrir con la Súper Beca.
Los venezolanos en Nueva York
"Complicada, bastante complicada". Son los adjetivos que usa Ferdinando para describir la situación de los venezolanos en Nueva York.
"El incremento de migrantes llegando a Nueva York ha complicado la visión que se tiene de los venezolanos, creando una imagen negativa de esa migración".
Ferdinando ha conocido esa percepción porque hace voluntariado los fines de semana y sirve de intérprete de los hispanos para las gestiones destinadas a otorgar albergue.
--Muchos recomiendan no decir que son venezolanos. Yo no lo niego. A mi me tocó dar el discurso en el acto de graduación como representante de la comunidad latina y lo primero que fije fue: Soy venezolano. No hay razón para ocultar nuestras identidades. Estoy tratando de hacer algo por Venezuela y cada día aprendo algo.
Dudas electorales
Ferdinando afirma que no le fue posible inscribirse en el Registro Electoral porque no pudo renovar su pasaporte vía on line.
--Pregunté en Columbia y me encontré a muchos venezolanos con igual duda. Yo trabajé en varias misiones de las Naciones Unidas, una de ellas fue el Consejo de los Derechos Humanos de los Descendientes Africanos y me reuní con embajadores de casi todos los países y no había embajador de Venezuela. Había un relator que preparaba el informe de lo que se trataba y lo enviaba al gobierno central. La representación de Venezuela en Estados Unidos es muy abstracta y no es igual en todos los estados.
Ferdinando dedica gran parte de su tiempo a servir a la comunidad, "algunos familiares y amigos me piden que trabaje, quizás pensando en dinero pero a mi lo que me mueve es trabajar para ayudar a mis comunidades. Tengo cubierto todos los gastos por cinco o seis años por todo lo que dediqué a ayudar a la gente. No voy a cambiar por la presión social."
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