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Foto del escritorJuan E. Fernández, Juanette

¡Fuerza canejo!


Feliz año, los espero la próxima semana para seguir compartiendo. Foto: QuinceCreative, Pixabay

Los preparativos de la cena de fin de año me estresan un poco porque siento que algo me va a faltar. Hay que fijarse que el pernil esté en el horno, que las uvas estén bien, si la sidra será suficiente. Igual de todas maneras algo siempre va a faltar. En esa vorágine y mientras

caminada por la Av. Los Incas de Buenos Aires bajo un calor abrazador, recibí un mensaje muy movilizante de uno de mis editores en Caracas.


Don Enrique, quien ha sido mi amigo y maestro por años me escribió:


“Saludos Juanette. ¿Te tomaste el día libre? No he recibido material tuyo”.


Al leer el mensaje de Enrique, me di cuenta que ciertamente no había pasado mi columna

semanal para Informe 21; columna que ya llevo escribiendo más de 8 años, pues prácticamente la comencé cuando me mudé a Buenos Aires.


En respuesta, le envié un audio de 20 segundos, donde después de disculparme, le expliqué

que había tenido algunas semanas complicadas, pues una compañera de trabajo tuvo un

percance importante de salud y todos andábamos hasta las manos de trabajo. Luego le aclaré que la primera semana del año, sin falta, tendría mi artículo. (Y si estas líneas llegan a ser publicadas habré cumplido mi promesa).


Tras escuchar mi explicación, Enrique simplemente me contestó:


“Tranquilo Juanette. Un abrazo. Feliz Año querido amigo. Que Dios te acompañe” y además me envió un audio con el mensaje “Para que nos recuerdes, un abrazo”. Apenas le di play al audio que adjuntó vía WhatsApp, mi mente comenzó a volar ¿Qué fue esa bala fulminante que me había enviado mi editor desde la fría Caracas hasta la calurosa Buenos Aires?


Se trataba de un micro radial de Clave 99.3 fm, titulado Efemérides de las estrellas musicales

clave, cuya duración era de un poco más de 5 minutos. Mientras sonaba la introducción del

audio, de fondo se podía escuchar la melodía de la canción Navidad que vuelve de La Billo's

Caracas Boys.


Apenas oí el coro cerré los ojos y vi a mi papá bailando con mi Tía Nelly en el patio de mi

abuela Rosa en Catia, al oeste de Caracas. Mientras tanto, un Juanette de 10 años, corría junto a sus primos y otros familiares iban poniendo la mesa, para darnos el feliz año después del inminente “cañonazo”. Aquella era una casa grande con un patio central, donde todas las

navidades, en el Aiwa de mi viejo, se escuchaba para navidad y año nuevo La Billo's, El Piano Merengue y hasta a Pérez Prado.


Mientras veía todas esas imágenes en mi cabeza, de fondo escuchaba la voz de mi amigo

Enrique Rondón, narrando la historia del tema Año viejo del poema de Andrés Eloy Blanco Las uvas del tiempo y el inolvidable Faltan cinco pa'las doce


Cuando terminó el micro radial mis ojos estaban llenos de lágrimas. Traté de disimular

lo más que pude. Aguanté la respiración y le mandé un mensaje a Enrique donde solamente

alcancé a decir que me había hecho llorar, de hecho, no pude terminar de hablar.


Del otro lado Rondón, solo me contestó ¡Fuerza Canejo! recordando la frase de Gardel en el tango Tomo y obligo.


Y aunque el tango finaliza afirmando "que un hombre macho no debe llorar" me fue imposible contener las lágrimas que surgieron con las imágenes que llegaron a mi mente con esa notas de "yo no olvido el año viejo/ porque me ha dejado cosas muy buenas..." En mi caso, no me dejó una yegua blanca, ni una chiva negra, pero sí muchas satisfacciones, entre ellas, compartir mis gratos momentos con ustedes.


Feliz año todos y hasta la semana que viene.


Juan E. Fernández, Juanette

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