Si algún calificativo habría que darle a Gledys Ibarra es el de fuera de serie. La noche del viernes 10 de mayo estrenó su monólogo “Yo no quiero reencarnar”, en donde volvió a poner de manifiesto que es una actriz brillante, honesta y comprometida. Aunque esta vez, siendo un espectáculo de Stand Up Comedy -su debut en este formato- no actuó sino que habló de sí misma, de su vida personal y profesional. Y lo hizo con gracia, desparpajo y, sobre todo, con mucha autenticidad.
Aquí no sobró ni faltó nada: una escenografía sobria, sencilla, diseñada con economía de recursos, así como una iluminación y un sonido eficaces, oportunos y sin fisuras, que remarcaban o sugerían climáticamente los momentos que así lo requerían. Y nada más.
Ocurre que no hacía falta mayor desborde de detalles para complementar a la gran estrella de la noche, a ese monstruo sagrado de la escena llamado Gledys Ibarra. Con su energético, notable y admirable desempeño nos sumía una y otra vez en el asombro y dejaba a la audiencia casi sin habla, cuando no celebraba con carcajadas, entusiastas aplausos y vítores una actuación que, sin temor a pecar de exagerado, fue sencillamente memorable.
Bienvenida amada Gledys, al Stand Up Comedy, un estilo que te viene como anillo al dedo. Si como actriz has dejado huella con tus inolvidables personajes de Eloina Rangel, Patria Mía, Mercedes Zuleta “La Diabla” y Luna Camacho, entre tantos otros, ahora, simplemente como Gledys Ibarra y narrando tus vicisitudes cotidianas en clave de comedia, acabas de abrirte otro camino que se pierde de vista.
“Yo no quiero reencarnar” estará este fin de semana en el Centro Cultural de Arte Moderno. No se lo pierdan. Le auguramos el mayor de los éxitos a este espectáculo, que seguramente Jorgita Rodríguez, su productora, llevará a otros escenarios, dentro y fuera del país.
Desde Londres, donde reside, Gledys nos trajo un verdadero regalo, que tan bien despliega esa venezolanidad que nuestra querida actriz encarna.
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