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Foto del escritorEnrique Rondón Nieto

Hoy son las elecciones más reñidas en la historia reciente de EE.UU.


Los resultados de estas elecciones pueden tardar varios días. Foto: Yamu_Jay, Pixabay

Con las elecciones presidenciales estadounidenses en marcha, al menos 78 millones de ciudadanos ya han emitido su voto anticipado, en unos reñidos comicios donde Kamala Harris y Donald Trump se mantienen empatados en las encuestas. No obstante, expertos y votantes temen que el caos se desate bajo la bandera de los reclamos republicanos por un "fraude electoral".


La carrera por la Casa Blanca llega a su fin. Los centros de votación, repletos de voluntarios y oficiales electorales, realizan los últimos preparativos para recibir a los millones de estadounidenses que tienen la misión de elegir a su próximo gobernante, cimentando el clímax de un proceso electoral marcado por la profunda división social.


La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, llega al día electoral con una mínima ventaja virtual en las encuestas previas a los comicios, con 48% de la intención del voto popular a su nombre, según la casa encuestadora Five Thirty Eight. El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, goza de 46,9%.


Siguiendo el hecho de que las encuestas electorales más reconocidas regularmente admiten un margen de error por uno o dos puntos porcentuales, el primer lugar de la demócrata está lejos de estar asegurado, abriendo la puerta a uno de los comicios más reñidos en la historia reciente en Estados Unidos, donde el índice de participación va a ser crucial para las aspiraciones de ambos candidatos.


La sorpresiva irrupción de Harris tras la renuncia a la candidatura del presidente, Joe Biden, estuvo acompañada de un fervor dentro de las filas del Partido Demócrata que elevó súbitamente la candidatura de la vicepresidenta en las encuestas.


Se trata de un repunte que se vio rivalizado por la retórica trumpista que convence dentro del conservadurismo y ha esparcido una nostálgica narrativa que magnifica lo positivo de su presidencia y minimiza lo malo.  Además, construye un escenario de "apocalipsis democrática", en caso de que Harris llegue a la Presidencia, ideas que han logrado penetrar en gran parte de la ciudadanía y contener la popularidad de la vicepresidenta.


Las campañas de Trump y Harris llegaron al fin en estados claves, apelando a electorados aún indecisos: primero, para incitarlos a votar; segundo, para definir el color de su voto. Ambos candidatos cerraron filas en Pensilvania, uno de los siete estados "bisagras" que serán esenciales para la hipotética victoria demócrata o republicana.


Según encuestas citadas por la agencia EFE, Harris aventaja a Trump en dos de los siete estados clave para recabar los votos necesarios en el Colegio Electoral y encumbrarse como la primera presidenta del país: Wisconsin (48,3% - 47,3%) y Michigan (48% - 47%).


Por su parte, Trump lidera las encuestas en Carolina del Norte (48,3% - 47,3%), Georgia (48,4% - 47,2%) y Arizona (48,9% - 46,6%). En Pensilvania y Nevada, los candidatos se encuentran empatados en intención de voto.


Otras encuestas, como la realizada por The New York Times con Siena College, arrojan resultados que le dan ventaja a Harris en Nevada, Carolina del Norte, Wisconsin y Georgia, con Trump solamente liderando en Arizona y un empate técnico en Michigan y Pensilvania. La volatilidad de las distintas encuestas – por uno o dos puntos porcentuales – revela lo cerrado de la contienda.


¿Cuándo podemos esperar los resultados?


Esperando que la jornada se desarrolle con normalidad, la noche electoral estadounidense se vislumbra muy larga, con dudas sobre si el nombre del ganador, o ganadora, sea revelado el mismo día. Las urnas abren en distintos horarios a lo largo del territorio estadounidense – la mayoría arrancan funciones entre 7:00 y 9:00 horas (hora local) – y estarán recibiendo votos hasta las 23.00 horas (hora local) en algunos estados.


Los resultados de los comicios irán saliendo conforme cierren las mesas electorales. Por obviedad, en los estados donde cierren más temprano, los resultados preliminares saldrán antes, mientras que los que más alarguen la jornada, tardarán más en el conteo. Además, la legislación estatal referente al conteo de votos influye en la rapidez con la que los resultados comiencen a revelarse.


Estados como Florida o Arizona tienen legislaciones más laxas en torno al conteo del voto por correo, por lo que son reconocidos como territorios en donde el recuento electoral es sumamente ágil, mientras que en lugares como Pensilvania o Wisconsin, las reglas locales evitan que se cuenten los votos por correo antes del día de la elección, lo que alarga el recuento.


En una elección tan competida, el proceso de conteo puede alargarse por horas, o hasta días. En 2020, los oficiales de Pensilvania tardaron cuatro días después de la elección para declarar a Joe Biden como el ganador del estado, aunque en 2016, Hillary Clinton salió la mañana después del día electoral para reconocer su derrota contra Trump. La tardanza en los resultados depende de que tan ajustadas estén las votaciones en cada estado.



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