
El actor Américo Montero llegó a Radio Caracas Televisión en 1964 de la mano de su mentor, el escritor y libretista Pedro Felipe Ramírez, quien al término de una exhaustiva investigación monográfica en torno a José Gregorio Hernández, la estaba adaptando para utilizarla en un unitario con el título de La vida de José Gregorio Hernández. Fue la primera aproximación que escritor y actor hicieron para la televisión sobre el tema. La interpretación de Montero resultó tan verosímil, que en el canal no dudaron en adjudicarle la protagonización de Los favores del doctor José Gregorio Hernández, que apoyada en la misma investigación de Pedro Felipe Ramírez y por la receptividad que obtuvo el unitario, la transformaron posteriormente en una serie de 70 capítulos, de media hora cada uno, que se emitían los martes en la noche. Se estrenó el 7 de marzo de 1967.
Pedro Felipe Ramírez lo había escogido por su parecido físico con el beato, pero Américo Montero fue mucho más allá, pues se mimetizó tanto con el personaje, que lo trasladó a su vida personal. A esas alturas era inevitable que del suceso televisivo se pasara al cine. Es así como ese mismo año de 1967 surgió El siervo de Dios, una coproducción venezolano-española con un elenco integrado por destacadas estrellas de entonces, entre ellas, Bárbara Teyde, María Luisa Lamata, la niña Carmen Julia Álvarez, José Luis Silva, Jesús Maella y Arturo Calderón, entre otros. Vale decir que la película, filmada entre Venezuela y España, tuvo buena receptividad, lo cual propició que Rctv se montara en la cresta de la ola con otro programa, Los favores del Venerable, escrito, por supuesto, por Pedro Felipe Ramírez. Allí se dramatizaban hechos consignados ante el Vaticano como pruebas de milagros realizados por José Gregorio, con miras a su canonización.
En 1969, con motivo del cincuentenario de la muerte del beato, Montero volvió a encarnarlo en la producción televisiva El médico de la bondad. Así como José Gregorio permaneció célibe de por vida, igual lo fue el actor que tan fielmente lo interpretó, hasta la llegada de su muerte, el 26 de abril de 1993, por causas naturales, al fallarle el corazón mientras dormía.
En la década de los 90, un período particularmente floreciente en la TV venezolana, las dos televisoras rivales que lideraban el rating -Rctv y Venevisión- sacaban su artillería pesada de novedades para encabezar la sintonía. En medio de esa batalla, cada canal le dedicó en 1990 su propia miniserie a José Gregorio Hernández. En La Colina escogieron a Mariano Álvarez para el rol estelar de El siervo de Dios, mientras en Quinta Crespo Flavio Caballero fue El Venerable. Ambas interpretaciones resultaron muy aplaudidas, aunque sin alcanzar la reverencial admiración que la audiencia televisiva le tributó a la caracterización de Américo Montero.
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