La emergencia hospitalaria tiene alrededor de 35% de falta de insumos
- Leonor Jorquera
- 7 nov 2023
- 2 Min. de lectura

El principal objetivo de la Encuesta Nacional de Hospitales es medir, a través de la recolección de datos en campo, la capacidad de atención de los hospitales más importantes de Venezuela.
Es por ello que uno de los indicadores que monitoreamos semanalmente desde 2018 es el tiempo de atención para infartos y neumonías. Este indicador está basado en lo que en el mundo de la gerencia hospitalaria se conoce como “tiempo aguja”.
Esto no es más que el tiempo que transcurre desde que el paciente llega a la emergencia y le es administrado el primer medicamento.
En el caso de los infartos, el tiempo de atención que se considera apropiado es de mínimo 30 minutos y máximo una hora. Para el mes de septiembre, el tiempo de atención de infarto promedio fue una hora 18 minutos.
En el caso de neumonía, el tiempo promedio de atención en septiembre fue de 1 hora 48 minutos. Si bien el estándar del tiempo de atención de neumonía no es tan estricto como el de infarto, si es evidente para neumonía como para cualquier otra condición con la que llegue un paciente, que mientras mayor sea el tiempo que el paciente debe esperar para ser atendido, cualquiera que sea la razón, esto va a tener un impacto negativo en el tratamiento del mismo.
Sin embargo, es importante entender este indicador dentro del contexto hospitalario venezolano. Actualmente, las emergencias venezolanas tienen alrededor de 35% de
desabastecimiento de insumos considerados indispensables. Inevitablemente, en el escenario de emergencias que no están totalmente dotadas, los pacientes generalmente deben conseguir por sus propios medios los insumos necesarios para que los puedan atender lo cual retrasa la aplicación de los tratamientos. Los pacientes con neumonía e infarto, que son los que se monitorean en este indicador, no escapan de esta realidad.
De igual forma, la operatividad de los servicios de apoyo diagnóstico, como pueden ser exámenes de laboratorio o imagenología influye también en la velocidad en la que se
le aplique le primer medicamento al paciente. La ENH desde sus inicios ha monitoreado esta situación y sabemos que la operatividad de estos servicios está bastante limitada.
Finalmente, es importante destacar que mas allá de que los hospitales de Venezuela no tengan capacidad de atender dentro de los rangos esperados, esta situación es
algo que afecta de manera directa y negativa el desarrollo de los pacientes, especialmente aquéllos que llegan con infartos.
El retraso en la atención de estos pacientes, puede implicar peligros graves para la vida del paciente. Información por NdP
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