3 July 2011
Aunque haya venido en visita corta a Venezuela, existe la incertidumbre que genera el estado de salud del presidente Hugo Chávez. Todos intuimos que la situación político-militar, puede volverse complicada y peligrosa constitucionalmente en Venezuela. Analizaremos algunas de las variables y los probables escenarios que se presentarían en el futuro inmediato... Entorno uno: Chávez llegó a Venzuela en un viaje político corto para demostrar que está al mando y renovar y ganar tiempo en cuanto a su falta temporal de la presidencia de la República. También, para reestructurar el gobierno para enfrentar los tiempos difíciles que se avecinan. La primera opción que esperamos es que Hugo Chávez sane de su enfermedad, lo cual traerá como resultado su regreso al mando y su participación en la próxima campaña electoral. Restableciendo la estabilidad política y la gobernabilidad de Venezuela. No obstante, el comandante cambió psicológicamente. Como todo enfermo de cáncer, habrá asimilado lo efímero que es la vida y la probabilidad cierta de repetir otro cáncer por metástasis. Como consecuencia, otros intereses y objetivos aparecerán en su psiquis. Su visión de largo término se acortará y sus planes tenderán a fijarse metas a corto plazo. Estas circunstancias variaran sus prioridades personales y de gobierno.
Además...su lenguaje de omnipotencia, perpetuidad e invulnerabilidad tendrá que transformarse o perderá credibilidad. Chávez no será el mismo de siempre. Por otra parte, a Fidel Castro, el presidente le guarda un amor especial. Chávez ha demostrado absolutamente su confianza en los hermanos Castro. Chávez ama a Fidel, lo considera su padre, su mentor y su guía. Así... Raúl Castro es su hermano. En ellos, Chávez ha confiado –literalmente- su vida, su amistad, su querencia y les asigna absoluta credibilidad. Esto no tiene ningún problema en el plano personal, pero sí en la dimensión política y de gobierno. Fidel Castro y su hermano Raúl, dirigen la revolución cubana, la cual depende en la actualidad del apoyo de Chávez. Sin el soporte del petróleo y los miles de millones de dólares que aporta Venezuela anualmente, la dictadura castrista estaría herida de muerte. Ahora más que nunca, Raúl Castro, actual mandamás de la mayor de las Antillas, requiere durante por lo menos durante 5 años los recursos de Venezuela para alcanzar los cambios que promueve, hacia un modelo chino-vietnamita en la sociedad cubana. Si él y su hermano Fidel pierden este subsidio, la revolución cubana podría terminar en un desastre personal y político para la dinastía castrista. Por ello, es imposible pensar que los Castro no intenten sostener el status actual del apoyo venezolano, con Hugo Chávez en el poder o sin él en la presidencia de Venezuela.
En información abierta, durante más de una década se ha indicado sobre la cooperación y los acuerdos comerciales, políticos, económicos, militares, de seguridad e inteligencia, y de toda índole, firmados entre los Castro y Chávez. Se conoce que por lo menos 50 mil cubanos están destacados en Venezuela como asesores educativos, deportivos, médicos, en materia de seguridad e inteligencia y militares. ¿Cómo podríamos suponer que esta fuerza no se colocará al servicio de los intereses del gobierno cubano?...
Hugo Chávez ha manifestado, cómo los Castro, y en particular Fidel, han tomado decisiones sobre su vida, sobre la información que recibe, y en relación a cómo darle la información y quien debe suministrársela. Incluso Chávez comentó que Fidel decidió informar a ministros venezolanos (!!!) antes que a él, sobre su propio estado de salud. Hasta el presidente de Uruguay José Mujica dijo que Fidel secuestró a Chávez para que cumpliera con el tratamiento, acotando que el líder cubano no lo dejó ir, ya que desconfió que en Venezuela hiciera caso. Expresiones que aunque nos hablan de una solidaridad humana, no dejan de convertirse en una gravísima realidad: Hugo Chávez, mientras esté en Cuba, toma decisiones en medio de informaciones filtradas que recibe de los Castro, y estos a su vez, están obligados a actuar en función de sus intereses particulares y de los intereses de la revolución cubana… y de su propia sobrevivencia.
La Constitución le permite al presidente Chávez nombrar libremente al vicepresidente ejecutivo. Este sería el sucesor del presidente de hecho, en caso de una falta temporal. Chávez puede ratificar a Elías Jaua o nombrar a su hermano Adán, a Nicolás Maduro, a José Vicente Rangel, a Diosdado Cabello o a Cilia Flores u otro como vicepresidente. Sin embargo, las preguntas claves, en el supuesto que Hugo Chávez se viera obligado a aceptar una falta temporal o permanente de la presidencia serían: ¿En estos momentos, Chávez consultaría a Fidel Castro sobre los posibles candidatos?... ¿Fidel y Raúl Castro no le recomendarían el mejor candidato que le sirva a la revolución cubana y sus intereses?... Nosotros estamos convencidos que los Castro están interviniendo e intervendrán descaradamente en los asuntos internos de Venezuela hasta donde puedan hacerlo, porque una cosa es cierta, los Castro harán lo que tengan que hacer para garantizarse el vital apoyo petrolero-económico de Venezuela. Incluyendo que “sería imperdonable limitarse tan solo a lo electoral y no ver los otros métodos de lucha, incluso la lucha armada para mantenerse en el poder”, como expresó Adán Chávez… ¿Luego de hablar con Fidel y Raúl?...
Entorno dos: Por querer seguir al mando a perpetuidad o bien sea porque Chávez lo creía necesario, el mundo chavista aprendió de sus propias palabras -de su catecismo- que sin Chávez no habría revolución en Venezuela. Nunca pensó que el mismo, el líder comandante-presidente, podría dejar de serlo antes de tiempo… Ahora, existe la probabilidad real del escenario “sin Chávez” y por definición, acorde a su credo, sería el fin de la revolución. Este es el primer dilema que se plantean los sectores oficialistas. ¿Es posible continuar la revolución de Chávez… sin Chávez?... Obviamente si el presidente retorna, fin de la discusión. Pero, en el ínterin, ya algunos dirigentes que se sienten sucesores, estarían preparándose para continuar en el poder y seguir el proceso. Identificamos a tres grupos:
El primero es básicamente militar. Hugo Chávez militarizó la política en Venezuela. Es nuestra opinión que para asumir el poder, aunque sea por elecciones no basta con ganar los sufragios, hay que tener además la fuerza militar suficiente para garantizar el mando político militar del país. Pensamos que en las fuerzas armadas venezolanas existen tendencias como en toda Venezuela. Unos serán institucionalistas apegados a la Constitución, otros más radicales tanto en la derecha como en la izquierda. El sector militar creemos que podría, ante la eventualidad, actuar unido y ser liderado por el vigente alto mando militar y los líderes políticos-militares Diosdado Cabello, Jesse Chacón y Francisco Arias Cárdenas. Ante una situación extrema de división en el oficialismo, vacío de poder, o un intento de golpe por parte de sectores conspirativos de izquierda o de derecha, este sector tendría mayor capacidad de obtener el poder y garantizar la integridad de la República y la continuidad de la revolución dentro del marco constitucional. Para ello, la Asamblea Nacional debería nombrar como Presidente encargado a Diosdado Cabello.
A Fidel y Raúl Castro no les interesaría este escenario porque no lo pueden controlar.
El segundo grupo es el radical de izquierda, todos fidelistas, liderados por Nicolás Maduro, Elías Jaua y Adán Chávez. Son poderosos, muy poderosos, manejan la inteligencia, la Sala Situacional cubano venezolana y los recursos del Estado y la partida secreta de la Presidencia, de Relaciones Interiores y de la Cancillería, y tienen el apoyo de los Castro. Pero, enfrentan una dificultad: Carecen de apoyo suficiente en las filas castrenses. Salvo que pacten con los líderes cívico-militares no tendrían el músculo marcial para hacer valer sus decisiones políticas.
El tercer grupo, es el conciliador. En caso extremo y dado la circunstancia de un enfrentamiento entre las filas chavistas, que pudiera provocar una derrota electoral en el venidero proceso o el desalojo anticipado del poder, puede surgir un escenario de mediación: Que el poder lo detente una persona de consenso cívico y militar, como sería el caso de José Vicente Rangel, cuya misión sería conducir a Venezuela en este peligroso trance hasta una elección presidencial y haciendo cumplir la Constitución y las leyes de la República.
Entorno tres. La Oposición: Aunque existen problemas derivados de la multiplicidad de criterios y de estrategias de cómo actuar ante lo que ocurre, suponemos que los distintos factores que conforman la alternativa al oficialismo llegarán a la conclusión que hoy más que nunca la unidad es vital e indispensable. Toda la oposición debería actuar en función de tres parámetros: Uno, que se mantenga la gobernabilidad con Chávez o sin Chávez. Dos, que el proceso electoral presidencial del año entrante no se interrumpa, y... Tres, opositar a fondo y con toda la fuerza política y mediática todo intento desestabilizador o golpista cualquiera que sea su signo político pro-Chávez o anti-chavista. Esta conducta llevaría a una salida electoral en la cual se enfrentaría el candidato de la oposición unida, ganador de unas primarias que al efectuarse coadyuvan a estabilizar al país, y el candidato Hugo Chávez o quien represente al gobierno sea el caso.
Propuesta a Hugo Chávez: Estar viajando entre Cuba y Venezuela constantemente no es la mejor solución para tratarse de una enfermedad delicada. Lo recomendable es que el presidente Chávez declare su ausencia temporal por 90 días y la Asamblea Nacional lo autorice. El vicepresidente en ejercicio quedaría encargado de la jefatura del Gobierno hasta el regreso definitivo de Hugo Chávez a Miraflores. Esto puede durar entre 90 días o prorrogarse hasta los seis meses. Si fuera así, en enero o febrero del año entrante, ya Chávez sabrá donde está parado en cuanto a su enfermedad. Si supera su estado actual podrá volver a asumir plenamente la presidencia y participar como candidato en las elecciones de agosto de 2012. Chávez podría actuar, durante este lapso, como Fidel en Cuba, un líder y consejero vital para la revolución, quien no se hubiera recuperado como lo hizo si se mantenía al mando del gobierno cubano. Chávez debe tomarse un tiempo para sanar. No hacerlo es conducir a Venezuela por derroteros altamente riesgosos. Aparte de la ventaja para Chávez de no ser señalado por las fallas en el gobierno durante ese período crucial preelectoral habrá contribuido con la estabilidad y la paz en el país.
"Calma y Cordura"… expresó el presidente encargado de Venezuela, general Eleazar López Contreras en medio la de tensión, rumores y conspiraciones, a los tres días de la muerte del general y dictador Juan Vicente Gómez, el 20 de diciembre de 1935 en cadena radial.
Vladimir Gessen Informe 21
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