En la primera década del siglo XXI, Venezuela comenzó a perder su categoría de país receptor de migrantes para convertirse en exportador. Actualmente las cifras de venezolanos en el exterior van desde 1 millón (el oficialismo), más de 7 millones según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4v) y más de 8 millones según el Observatorio de la Diáspora Venezolana (ODV).
La primera oleada comenzó entre el 2012 y 2014. En su mayoría eran profesionales, muchos de ellos egresados de las mejores universidades gracias a las Becas Gran Mariscal de Ayacucho (1975).
"Eso ha significado una transferencia neta de recursos humanos de Venezuela hacia el resto del mundo sin costo algunos para los países receptores. Eso significa que en contrapartida -y eso es lo más terrible- que el país se ha descapitalizado intelectual y profesionalmente.” La afirmación es del economista y profesor universitario Antonio Paiva.
Según cifras de ODV, "48,5% de los migrantes venezolanos posee estudios de posgrado y 30,9% tiene educación universitaria. Además, 74% de ellos está empleado, incluso en el sector informal, y 49,4% trabaja en su campo profesional."
La respuesta: un Viceministerio de Atención para la Migración Venezolana
El pasado lunes 16 de junio, faltando menos de 60 días para la elección presidencial, Nicolás Maduro anunció la creación de un Viceministerio de Atención para la Migración Venezolana que se encargará ayudar a regresar a la nación caribeña a quienes "tuvieron que migrar" y quieran volver a su país.
El 21 de agosto de 2023 Maduro anunció que convocaría "muy pronto" a una conferencia mundial sobre el tema de la migración. Si lo hizo no trascendió.
Meses después, el 23 de septiembre de 2023, solicitó apoyo de la ONU para organizar un Conferencia Internacional en Venezuela, "sin exclusiones, que lleguen a acuerdos y compromisos conjuntos para abordar, desde una perspectiva integral y humanista, el fenómeno de los flujos migratorios". Así definió el canciller Yvám Gil el supuesto propósito de esa conferencia internacional que no se concretó.
¿Y cuál es el beneficio?
Un millón, seis millones u ocho millones el beneficio es igual para el gobierno de Maduro: salida de opositores y entrada de divisas por remesas.
La salida de opositores se verá reflejada en el resultado de las elecciones en la que muchos no podrán ejercer su derecho. El periodista Eugenio Martínez (Puzkas) presenta dos casos emblemáticos en su cuenta en X, antes twitter: "Aunque el gobierno colombiano admite que 1.9 millones de vzlos tienen permanencia regular, el 28J apenas podrán votar 7.200 venezolanos en territorio colombiano (para la mayoría fue imposible superar las trabas legales para cambiar su centro de votación de Vzla a Col)."
El otro caso se refiere a los venezolanos en España: "30 mil venezolanos adquirieron la nacionalidad española en 2023. Es decir, cumplen sin ninguna duda con el draconiano concepto de 'residencia legal permanente' del CNE para votar en el extranjero. Sin embargo, el #28J solo podrán votar en España 7.032 ciudadanos."
En cuanto al ingreso por remesa, Asdrúbal Oliveros, economista y socio director de la firma consultora Ecoanalítica, estima que "el monto estimado de remesas en Venezuela subió de 1.300 millones de dólares a 3.000 millones de dólares (al año) en los últimos 4 años..."
Los pragmáticos agregan un tercer "beneficio": Si con tantos venezolanos fuera de la frontera hay fallas de electricidad, gasolina y agua potable ¿Te imaginas si estuviéramos todos en el territorio?
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