
En mi artículo anterior, el cual titulé: "Desafíos y oportunidades" mencionaba que la construcción de un centro político sólido es un desafío crucial para avanzar hacia una gobernabilidad estable, y que los líderes políticos desempeñan un papel fundamental en este proceso, ya que tienen la capacidad de movilizar a la población, generar confianza y articular un proyecto político capaz de concitar apoyo popular. Para lograrlo, es necesario adoptar estrategias que fomenten la cohesión social y el equilibrio en el debate político.
Uno de los principales retos para la construcción de un centro político es superar la polarización que ha marcado la política venezolana en las últimas décadas; para ello, los líderes deben estar dispuestos a dialogar y a buscar puntos en común con otros actores políticos, incluso con aquellos con los que existen diferencias ideológicas, ya que construir consensos y acuerdos permitirá avanzar en la solución de los problemas estructurales del país.
Considero que la confianza es un pilar esencial en cualquier proceso político exitoso, donde los líderes deben demostrar honestidad, transparencia y compromiso con el bien común. Esto implica no solo asumir una conducta ética y responsable, sino también rendir cuentas ante la sociedad y evitar prácticas que profundicen la desconfianza en las instituciones.
Un centro político no se puede construir sin una propuesta clara que responda a las necesidades y aspiraciones de la población; en tal sentido, es necesario diseñar un proyecto político que equilibre justicia social, desarrollo económico y estabilidad institucional. Esta propuesta debe ser realista y viable, evitando promesas inalcanzables o soluciones simplistas e idealistas a problemas complejos.
La construcción de un centro político requiere un liderazgo capaz de generar entusiasmo y participación ciudadana. Los líderes deben comunicar sus ideas de manera efectiva, utilizando un lenguaje que conecte con la población y que priorice la unión sobre la confrontación. La educación cívica y el fortalecimiento de la cultura democrática son herramientas esenciales en este proceso.
Es importante destacar que ningún proyecto político puede sostenerse sin apoyo y/o alianzas con otros actores políticos y sociales, tanto a nivel nacional como internacional, considerando que estas alianzas no deben basarse en intereses circunstanciales, sino en principios y objetivos comunes que fortalezcan la gobernabilidad y la estabilidad del país.
Los ciudadanos deben profundizar en la evaluación de sus líderes, y como mínimo deben poder identificar una serie de características esenciales:
Vocación de servicio público: Un líder debe estar comprometido con el bienestar de la población y no con intereses personales.
Capacidad de diálogo y concertación: Es fundamental tener la disposición y la habilidad para negociar con actores diversos, buscando puntos en común en lugar de enfatizar las diferencias.
Integridad y ética: La honestidad y la transparencia son indispensables para recuperar la confianza en la política, actuar con responsabilidad y ser un ejemplo de conducta.
Habilidad para movilizar y liderar: La capacidad de inspirar y movilizar a la ciudadanía en torno a un proyecto político legítimo es clave para su éxito.
Visión de futuro: Un liderazgo efectivo no solo se enfoca en los problemas del presente, sino que tiene una visión clara del país que se quiere construir y diseña estrategias realistas para alcanzarlo.
La construcción de un centro político en Venezuela es un gran desafío, pero no es imposible. Requiere del esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad y, especialmente, de un liderazgo capaz de generar confianza, movilizar a la población y articular un proyecto político viable. En un país marcado por la polarización, los líderes tienen la responsabilidad de romper con la lógica del enfrentamiento y abrir espacios para el entendimiento y la cooperación. Solo así será posible superar la crisis y sentar las bases para un futuro más estable para todos los venezolanos.