Siguiendo fielmente los pasos de las ideologías comunistas del planeta, especialmente como las de China, Corea del Norte o la más cercana que es la de Cuba, los líderes y seguidores del régimen bolivariano que impera en nuestro país, repetidamente desde Chávez hasta ahora, instauraron en la memoria colectiva todo lo relativo a la creación del “hombre nuevo”, definido según ellos, como un hombre libre de cualquier forma de enajenación, un hombre fiel a la expresión del desprendimiento y la solidaridad, ajeno a todo personalismo y a toda expresión autoritaria, constructor de una sociedad que “busca el beneficio, la armonía y la
felicidad de todo el pueblo”. Escribirlo y leerlo definitivamente da risa por decir lo menos.
Lo cierto es que, en 90% de los casos y quizás nos quedamos cortos, es justamente lo contrario, comenzando por los mismos que profesan tal renovación humana, naciendo del seno de una revolución que arranco con sangre y fuego, pero así son y con los años hemos ido conociendo sus verdaderas caras e intenciones.
Con el paso del tiempo el grave deterioro a todo nivel de lo que fue nuestra nación, producto sin dudas de las iniciativas erróneas emprendidas por Hugo Chávez, ha generado una crisis
económica, política y social, catalogada hasta el momento como la más estrepitosa del mundo, siendo al mismo tiempo tanto ilógica como lógica.
Ilógica porque nadie se hubiese imaginado que uno de los países más ricos del mundo, un país petrolero como muy pocos, con las reservas de petróleo más grandes del planeta, iba a terminar en semejante hoyo económico, pero a la vez es lógica porque los resultados que estamos viendo eran todos predecibles, dadas como venimos señalando, las políticas de Chávez (1999-2013) y su sucesor, Nicolás Maduro (2013-presente).
Dicho de una manera sencilla y concentrada, todo ha consistido en lo siguiente: crear un Estado expansivo y sin controles para unas cosas y con infinidad de controles para otras, causando un desequilibrio de magnitudes inimaginables, entre las que se encuentran la huida de millones de personas buscando salir de la locura y buscar mejor calidad de vida, con las consecuencias que ahora veremos.
El resultado directo de las normas revolucionarias Chavistas, no ha sido lo que propagandísticamente han cacareado los personeros del régimen. Por el contrario, ha
sido sociológicamente hablando, la creación de una generación de personas que nacidos en revolución pretenden aplicar en cualquier parte donde llegan lo que aprendieron y aplicaron en la Venezuela Roja Rojita, generando en muchas partes el rechazo de los nativos en los
países a donde llegan, causando un verdadero mal a quienes sí están buscando como debe ser una mejor calidad de vida. Eso es muy lamentable, pues el “Hombre Nuevo” producto de la revolución bolivariana busca y desea todo fácil y sin esfuerzo y eso no aplica fuera de las fronteras de Venezuela.
Por una parte la situación venezolana ha causado que millones busquen salidas a cualquier parte del mundo, los migrantes y refugiados venezolanos han utilizado y continúan utilizando diversas rutas migratorias, que incluyen tierra, mar y aire, siendo quizás la ruta más famosa, la denominada cruce del Tapón del Darién, situado en la selva de Panamá, ruta utilizada comúnmente para llegar a los Estados Unidos.
El uso de esta vía y el descontrol por parte de las autoridades estadounidenses para filtrarla de manera correcta a todo el que pide asilo o protección en la frontera Sur, justamente es lo que ha causado que ingresen al país del Norte infinidad de sujetos indeseables por decir lo
menos. Ya existen casos famosos como el del “Leito” quien acaparó las redes sociales con su manera de pretender subvertir el orden público en EEUU, pero lo que más preocupa es la entrada tanto en USA como en otros países, de la banda delictiva denominada “Tren de Aragua”.
La banda se formó como consecuencia de un colectivo del sindicato de la construcción del tren en el estado Aragua, cobrando sobornos para colocar empleos dentro de la construcción entre el 2007/2010, obra, que como muchos saben, nunca llegó a concretarse, por decidida. Todo bajo la supervisión y los preceptos del llamado Plan Socialista Nacional de Desarrollo Ferroviario de 2006.
Los cierto es que esa megabanda criminal, tiene su base en la cárcel de Tocorón y continúa siendo liderada por el famoso pran Héctor “Niño” Guerrero. La organización está presente en al menos 6 estados de Venezuela y en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Estados Unidos y México. Como pueden observar, son la mayoría de los países por donde ha habido mayor flujo de migrantes producto de la locura Chavista.
Pues bien, esta es solamente una muestra de lo que significan “Los Hijos De Chávez”. Claro está, hay mucho seguidor Chavista que no es delincuente o mala gente, pero definitivamente a estas alturas, a excepción de los enchufados que viven bien en revolución, más de uno
debería darse cuenta que lo predicado por Hugo Chávez y Nicolás Maduro es un espejismo que si alguna vez fue sueño, en este momento tocó despertar pues hace rato que se terminó. Así de simple
y sencillo.
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