Eduardo Frontado Sánchez nació el 9 de septiembre de 1986. Ese fue su primer desafío: 26 semanas y media de gestación, con triple vuelta del cordón umbilical alrededor del cuello, pesando un kilo setecientos y sin madurar los pulmones.
Teresa Sánchez, su mamá, afirma que ese embarazo "fue de terror". Supo que estaba embarazada cuando tenía 10 semanas y medias. Recuerda que una de las enfermeras que participó en la cesárea calificó de "fetucho" al recién nacido.
-Pasó mes y medio en terapia intensiva con respiradores. Lo peor fue tener que ir a mi casa y dejarlo en la clínica. Tardé cinco meses en cicatrizar la cesárea. Cada vez que iba a la clínica los pronósticos médicos eran desalentadores. Me lo llevé a casa pesando un kilo, con una incubadora y una enfermera. Y él tenía un tubo que le llegaba al estómago porque le costaba succionar.
Para ese momento, Teresa Sánchez tenía dos hijos. Inevitable comparar con las experiencias anteriores: El pequeño Eduardo parecía como ausente, con la mirada perdida. Llegaron las terapias, pruebas neurológicas y diagnósticos lapidarios, muchos de ellos sin sutileza alguna: "tiene hidrocefalia", "no pasará de los cuatro años".
El doctor Alberto Abadí fue el más considerado -Recuerda Teresa- "Ante la insistencia del padre de la criatura, el doctor Abadí respondió: Señor, yo soy médico y no juego ser Dios, yo no puedo decir qué pasará. Lo que le puedo decir es que en este momento tenemos un problema y que contamos con algunas herramientas con las que podemos trabajar."
Teresa Sánchez es arquitecta, cuando nació Eduardo estaba desarrollando el proyecto de la Estación Alí Primera del Metro de Caracas. Le tocó dividir su tiempo sin descuidar ninguno de sus dos roles: el de madre de tres hijos, uno de ellos en diferentes terapias y el de profesional. "Los dos mayores fueron un apoyo muy importante"
-¿Y la figura paterna que papel jugó?
-Totalmente escéptico. No creía en nada de lo que yo hacía. El doctor Abadí me advirtió que en estos casos, 99,9% de las parejas se separan. Yo tenía 14 años de casada y pensé que había pasado crisis pero esto fue determinante. Me divorcié.
El reto de la escolaridad
Contra todo pronóstico, Eduardo se graduó de bachiller e ingresó en la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas y en una especialización de desarrollo organizacional. Eso, a pesar de que fue rechazado en más de 20 colegios para primaria aunque, según recuerda su mamá, "a los dos años leía y sumaba hasta nueve... en mi vida había llorado tanto como en esa época... En el antiguo kinder del Metro lo rechazaron 'porque no deambulaba'. Cuando por fin lo aceptaron, aprendió muchísimo y muy rápido".
Eduardo Frontado Sánchez es conferencista y tiene su página web, donde se describe como "un hombre FELIZ, con la misión de ayudar a los demás a ser felices también." Como parte de esa misión escribe para diferentes medios -entre ellos Informe 21- sobre temas de inclusión.
A eso agrega:
"En 2019 me certifiqué como conferencista y participé en el Programa intensivo de Programación NeuroLingüística, de la mano de María Elena Cornejo.
"Soy Facilitador de la Metodología Lego Serious Play, Colombia, Marzo 2014; y Especialista en Desarrollo Organizacional (UCAB, Junio 2017, graduado Cum Lauden)."
Sobre su experiencia también hay una larga lista, comenzando por:
"En el año 2012 comencé a trabajar al servicio de la empresa Le Marche C.A. como Asesor en el área de Adiestramiento y Selección, diseñando y ejecutando talleres motivacionales y de inducción para los distintos niveles de la empresa. El enfoque era hacia la Estructuración de la Empresa, Valores Corporativos y talleres de 'Calidad de Servicio' como valor fundamental de una organización.
"En el año 2013 proporcioné servicios de consultoría y asesoría organizacional a través de talleres grupales, en la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Centro Médico de Caracas."
-¿Cuál es tu límite?
-Siempre he pensado que el límite es el cielo y lo pone uno mismo. Los obstáculos o las adversidades siempre deben ser vistas como oportunidades de crecimiento y de mejora para cada ser humano.
-¿Que ha significado tu mamá?
-Creo que lo que me impulsa cada día a ser mejor como ser humano es el hecho de contar con un motor interno como mi mamá que ha sabido sacar lo mejor de mi, potenciar mis cualidades y minimizar mis defectos.
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