La policía peruana reportó la captura de 30 presuntos integrantes del Tren de Aragua, un grupo criminal originado en Venezuela al que se señala como responsable de varios asesinatos con sicarios, trata de personas y extorsiones en Perú.
De los detenidos, 29 son venezolanos y uno peruano, dijo a The Associated Press el general Ulises Guillén, jefe de la dirección policial contra la trata de personas y el tráfico de migrantes. Las autoridades allanaron 14 inmuebles. En total se incautaron tres fusiles, ocho pistolas y cuatro granadas.
Según Guillén, se han conseguido suficientes elementos para demostrar ocho asesinatos de la banda que “buscaba controlar territorialmente zonas de explotación sexual en Lima”, incluyendo la muerte de dos ecuatorianas en una calle de la capital en febrero. En este crimen, que fue grabado por cámaras de seguridad del municipio de Lima, la policía halló alrededor de 28 casquillos de bala cerca de las víctimas.
El jefe policial dijo que los detenidos podrían haber ingresado al país desde el año pasado sin pasar los controles migratorios.
Los sospechosos están vinculados a una organización criminal internacional “que viene azotando no sólo a Perú, sino a Colombia, Ecuador y Chile”, afirmó Jorge Chávez Cotrina, coordinador de las fiscalías contra la criminalidad organizada, a reporteros.
La policía de Colombia capturó en octubre a 19 presuntos miembros del Tren de Aragua, a quienes responsabilizó de diversos crímenes, incluyendo la venta de droga en Bogotá. La presencia del grupo empezó a hacerse notar en la capital colombiana por la aparición de al menos 19 cadáveres abandonados en bolsas plásticas, algunos de ellos desmembrados, según las autoridades.
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, dijo en abril que los venezolanos son casi el 3,5% de los más de 33 millones de habitantes de Perú y que Lima, donde hay 1,1 millón de venezolanos, es la ciudad que más venezolanos desplazados acoge en el mundo.
En las cárceles peruanas, los presos venezolanos suman el 2%, según cifras del Instituto Nacional Penitenciario. La mayoría de los migrantes venezolanos trabajan e impulsan la economía local, según datos oficiales.
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