El presidente de los Estados Unidos tomó posesión el 20 de enero de 2025, luego de ganar la elección presidencial y del juramento al cargo, ante el presidente del Tribunal Supremo, donde dijo textualmente: "Yo, juro solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos, y que, hasta el máximo de mi capacidad, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución." Desde ese momento, además se convirtió oficialmente en el Comandante en Jefe, asumiendo todas las responsabilidades y poderes del cargo. Acto seguido convocó para el día siguiente, 21 de enero de 2025, a los componentes de la “sala situacional” e invitó a los miembros de la “sala de guerra” a la primigenia reunión.
La Sala Situacional del presidente
Es el centro de manejo de crisis ubicada en el sótano del ala oeste de la Casa Blanca y es utilizada por el presidente y sus asesores más cercanos para monitorear y gestionar situaciones de emergencia, tanto nacionales como internacionales. La conforman el Vicepresidente, que asiste al presidente, el asesor de Seguridad Nacional, el Secretario de Estado, el Secretario de Defensa, responsable de las fuerzas armadas y la política militar, el general Jefe del Estado Mayor Conjunto, principal asesor castrense del presidente, el Director de la CIA, que proporciona inteligencia y análisis sobre amenazas extranjeras, el Director del FBI quien se ocupa de peligros internos y del terrorismo. El Secretario de Seguridad Nacional, quien maneja la protección del territorio estadounidense y las respuestas para enfrentar las emergencias, y el Director de Inteligencia Nacional que coordina todas las agencias de inteligencia.
De la Sala de Guerra que se refiere al centro de comando militar donde se planifican y dirigen operaciones militares, han sido invitados además los Jefes de los Estados Mayores de las Ramas Militares, que incluyen al Jefe del Estado Mayor del Ejército, el Comandante del Cuerpo de Marines, el Jefe de Operaciones Navales y el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea. De igual forma asiste el Director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) que agrega inteligencia militar crucial para las operaciones que involucren a la actividad marcial. Asimismo está en la reunión el Jefe del Bureau de la Guardia Nacional quien es miembro del Estado Mayor Conjunto y puede estar presente en reuniones críticas, especialmente si la Guardia Nacional va a estar involucrada en las operaciones o respuestas a emergencia nacionales que requieren su activación, y los comandantes de la Guardia Nacional y algunos gobernadores de seleccionados estados del sur de los Estados Unidos.
Es el primer día de jefatura efectiva del presidente y comandante en jefe, y girará sus primeras órdenes e instrucciones. Por ello, indica a los presentes lo siguiente:
“Dada la crisis generalizada, desde hoy haremos una serie de cambios enormes en nuestra nación, tanto en lo político, económico, social, como en lo estructural. Cambiaremos el rumbo estratégicamente y para bien de los Estados Unidos. Tenemos un desajuste institucional masivo, y un virtual estado de guerra como consecuencia de la invasión sin control por la frontera sur que alcanza mucho más que los 6 millones de inmigrantes ilegales que se han reportado, y que provienen de 160 países diferentes. Esto incluye países de Asia, África y Medio Oriente, sin saber realmente de quiénes se trata. Podrían llegar a más de 10 millones que entraron en el mandato anterior. Lo que requiere las medidas más severas cívicas y militares porque nos han ocupado y seguramente representa un peligro latente y probablemente inminente. Por otra parte burócratas corruptos que han convertido a nuestro sistema de justicia en un arma, y por ello invité a quien estará a cargo del FBI. Asimismo, vamos a expulsar a los traidores y corruptos en nuestros aparatos de inteligencia y seguridad nacional. Recuperaremos a nuestro país y garantizaremos que el mundo no caiga en una guerra generalizada. Será un gran cambio, un cambio tremendo. Esto generará enorme resistencia y cada uno de ustedes deberá prepararse para escenarios comprometidos y estar listos cuanto antes”.
“No estoy seguro si en cuatro años podemos lograr nuestros objetivos estratégicos, por ello y ante todo, quiero que se me informe con la premura del caso y con los escenarios probables que afrontaremos sobre lo siguiente: En primer lugar, la Vigésima Segunda (22°) Enmienda de la Constitución establece que una persona no puede ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces, aunque Franklin D. Roosevelt fue electo cuatro veces. Pero, las enmiendas de la Constitución se pueden cambiar o hacer nuevas, y este proceso está descrito en el Artículo V de la Constitución. Se puede llevar a cabo de dos maneras. Primero, una enmienda puede ser propuesta por el Congreso. En este caso, tenemos mayoría, pero necesitamos una mayoría considerable y calificada tanto en la Cámara de Representantes como en la del Senado, porque la enmienda debe ser ratificada por tres cuartas partes (38 de 50) de los estados representados en el Congreso.”
“Ahora bien, existe otra manera que es a través de una Convención Constitucional, convocada a solicitud de dos tercios (34 de 50) de las legislaturas estatales. Aunque este método es deliberadamente difícil de llevar a cabo, no es imposible. Creo que este segundo método si es posible de lograr. En 1787, hubo una Convención Constitucional en Filadelfia donde los delegados originalmente redactaron la Constitución de los Estados Unidos. La convención se convocó para revisar los Artículos de la Confederación, pero terminó modificando la constitución estableciendo el marco del gobierno federal. Debemos alcanzar que 34 legislaturas estatales soliciten al Congreso que convoque una convención para proponer enmiendas a la Constitución. Una vez que reciban las solicitudes de las legislaturas, el Congreso está obligado a convocar la Convención Constitucional. El Congreso no tiene la discreción de rechazar las solicitudes o decidir sobre la convocatoria porque su función en este caso es puramente administrativa. No obstante, si se interpretara que debe votarse, lo más importante es que las dos cámaras del Congreso deberán aprobarla con mayoría simple, la cual tenemos. Si se convoca la Convención, esta tendría la autoridad para proponer nuevas enmiendas. Cualquier enmienda propuesta por esta convención tendría que ser ratificada luego por tres cuartas partes (38) de las legislaturas estatales o por convenciones convocadas en tres cuartas partes de los estados para que se convierta en parte de la Constitución. Si logramos la Convención con los 34 estados necesarios, solo necesitaríamos 4 más para alcanzar los 38 para la ratificación, aunque reconozco que nunca se ha convocado una convención de este tipo en nuestra historia. Cada estado decide quiénes serán los delegados y estos deber seleccionarse de diversas maneras según lo determinen cada una de estas entidades. Las enmiendas propuestas por la convención no se convierten en parte de la Constitución inmediatamente. Estoy seguro de que podemos hacerlo, pero quizás nos tome los primeros cuatro años.”
“Por otra parte quiero señalar que tradicionalmente varios estados obtienen una mayoría demócrata en las elecciones nacionales. Según las tendencias recientes, alrededor de 18 a 20 estados suelen inclinarse hacia el Partido Demócrata. Y los estados tradicionalmente republicanos oscilan entre 25 a 30 estados, y los estados pendulares entre 8 a 12 estados. En esta elección ganamos siete estados cambiantes: Arizona, Georgia, Michigan, North Carolina, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. En total ganamos en 29 estados. De manera que lograr 34 para una convención es posible y probable, aprovechando el impulso del actual triunfo y estando aquí, en la casa Blanca. Nos faltarían sumar a 5 estados. Y saben qué, podemos ganar en 7 de ellos: En Colorado, George W. Bush ganó en esta entidad contra el demócrata Al Gore. En Connecticut, George Bush padre ganó contra el demócrata Michael Dukakis y Ronald Reagan triunfó sobre el demócrata Walter Mondale. También ocurrió lo mismo en Delaware, y en Nevada, en Vermont y los republicanos han ganado en New Jersey en elecciones presidenciales en varias ocasiones. ¿Y por qué no retomar New Hampshire? Créanme lo podemos hacer…
"En segundo lugar, en caso de que no logremos el objetivo de la Convención Constitucional dentro del plazo de cuatro años, los expertos me han indicado que existe una segunda opción a pesar de que la Constitución de los Estados Unidos no contiene disposiciones específicas para declarar un 'estado de excepción' que permita aplazar una elección presidencial. Así, la Constitución y las leyes federales establecen ciertos procedimientos en circunstancias extraordinarias para decretar un “estado de emergencia.”
“Como saben, el Presidente tiene ciertos poderes en tiempos de emergencia, como declarar este estado bajo la Ley de Emergencias Nacionales y emitir órdenes ejecutivas. Estos poderes, no obstante, están sujetos a revisión y control por el Congreso y luego los tribunales. Esta autoridad está sujeta a las normas de procedimiento legislativo regular y puede ser apelada por la revisión judicial. Para que el Congreso pueda legislar en un estado de emergencia y posponer una elección presidencial, se seguiría el procedimiento legislativo estándar. Esto implica que ambas cámaras del Congreso deben aprobar la legislación con una mayoría simple de votos, con los cuales contamos."
"En todo caso tendríamos mayoría en el Congreso y en cuanto al aspecto judicial, 6 jueces y probablemente al menos 7 de la Corte Suprema a final de mi período, serán conservadores. Pienso que el Congreso y la Corte Suprema ratificarían el estado de emergencia por mayoría simple o más, lo cual sin duda es necesario, tanto por la invasión de inmigrantes ilegales y porque debemos deportar a más de 15 millones de estos inmigrantes indocumentados…”
“Es todo… ¿Alguna pregunta?” indagó el presidente...
Todos los presentes aunque sorprendidos algunos de ellos unos aplaudieron y otros guardaron silencio. El Jefe del Estado Mayor Conjunto, el oficial de más alto rango militar de la nación y principal asesor militar del presidente levantó la mano, pero no hizo ninguna pregunta sino un comentario: “No señor presidente, no hay preguntas. Simplemente quiero ratificar que siempre que se cumplan los parámetros establecidos en la Constitución de los Estados Unidos respaldaremos lo que ha indicado”.
Vladimir Gessen, Psicólogo
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