
Si algĆŗn logro de la fructĆfera carrera artĆstica de Sara Montiel hay que destacar, es que fue laĀ primera actriz de su paĆs en llegar a Hollywood y labrarse una carrera, muchoĀ antes que Antonio Banderas, PenĆ©lope Cruz o Javier Bardem. Y lo hizo luegoĀ de triunfar rotundamente en MĆ©xico, donde rodĆ³ 14 pelĆculas en apenas cuatro aƱos, estelarizando con luminarias como Pedro Infante, Arturo de CĆ³rdoba, AgustĆn Lara, MarĆa FĆ©lix, Katy Jurado y Dolores de RĆo.
Nacida el 10 de marzo de 1928, hace hoy 97 aƱos, en Campo de Criptana, en la comunidad autĆ³noma de Castilla-La Mancha, tras la Guerra Civil se trasladĆ³ en 1939 con su familia a Orihuela, en Alicante. AllĆ recibiĆ³ una educaciĆ³n muy bĆ”sica, en la que apenas aprendiĆ³ a leer.
En 1942 ganĆ³ un concurso de aspirantes a la actuaciĆ³n en Madrid, que consistĆa en 1.000 pesetas mensuales durante un aƱo, una pequeƱa fortuna para la Ć©poca, que le sirviĆ³ paraĀ establecerse en esa ciudad y tomar clases de declamaciĆ³n. Tras pequeƱos papeles en cine, en 1948 rodĆ³Ā Locura de amor, en un breve rol que la enfrentaba a Aurora Bautista, la gran luminaria cinematogrĆ”fica de su Ć©poca, filme que le abriĆ³ las puertas de MĆ©xico.Ā
DespuĆ©s de su incursiĆ³n en el paĆs azteca, en 1954 dio el salto a Hollywood. AllĆ su primera pelĆcula fueĀ VeracruzĀ junto a Gary Cooper y Burt Lancaster. En su segunda pelĆcula,Ā Serenade, que estelarizĆ³ con Mario Lanza, conociĆ³ a su primer marido, el director Anthony Mann. Su matrimonio le permitiĆ³ alternar con estrellas como Marlene Dietrich, Greta Grabo, James Dean, Elizabeth Taylor, Marlon Brando y Marilyn Monroe.
En una de sus visitas a EspaƱa rodĆ³Ā El Ćŗltimo cuplĆ©, un filme de muy bajo presupuesto, donde actuĆ³ y cantĆ³, y al que accediĆ³ por su amistad y agradecimiento con Juan de OrduƱa, su descubridor enĀ Locura de amor. ResultĆ³ un Ć©xito monumental con canciones comoĀ Fumando espero, El RelicarioĀ oĀ Nena,Ā que han quedado ligadas para siempre a ella.Ā En su siguiente filme,Ā La violetera,Ā ya su sueldo era apreciable para la Ć©poca y muy superior al de muchas actrices en Hollywood. Por ello, decidiĆ³ quedarse en Europa y dar por finalizada su aventura estadounidense, donde se veĆa encasillada en papeles de hispana.
En 1974 se retirĆ³ del cine, pero siguiĆ³ cosechando Ć©xitos en la mĆŗsica, el teatro y la televisiĆ³n. PorqueĀ SaritĆsimaĀ -como la bautizĆ³Ā su amigo, el escritor Terenci Moix- supo reinventarse: se convirtiĆ³ en un icono gay, cantĆ³ junto a artistas mucho mĆ”s jĆ³venes y de otros estilos e incluso en 2002 se parodiĆ³ a sĆ misma en el anuncio de los premios MTV Europa.
Su vida personal resultĆ³ igual de apasionante que la artĆstica. Tras Anthony Mann, con el que se casĆ³ en 1957, en 1964 contrajo nupcias en Roma con el industrial JosĆ© Vicente RamĆrez, pero el matrimonio durĆ³ dos meses. En 1979 y despuĆ©s de 10 aƱos juntos, se casĆ³ con el empresario mallorquĆn Pepe Tous, su gran amor, quien falleciĆ³ de cĆ”ncer en 1992. Con Ć©l adoptĆ³ a sus dos hijos: Thais y Zeus. Y en 2002, el cubano Tony HernĆ”ndez (admirador suyo desde niƱo) se convirtiĆ³ en su cuarto marido. Un oportunista y polĆ©mico matrimonio que sĆ³lo durĆ³ un aƱo.
Hubo otros hombres en su vida, tal como ella misma lo relatĆ³ en su libro de memorias, que titulĆ³Ā Vivir en un placer, aunque algunas de esas relaciones han sido puestas en duda. Entre otros, mencionĆ³ a James Dean, Marlon Brando, LeĆ³n Felipe, Indalecio Prieto, Miguel Mihura, Severo Ochoa, Maurice Ronet y Giancarlo Viola.
Sara MontielĀ amasĆ³ una gran fortuna en dinero, joyas, inmuebles y obras de arte, que dejĆ³ en herencia a sus hijos: Thais (1979), nacida en Brasil, y el espaƱol Zeus (1983), que adoptĆ³ con Pepe Tous, su tercer marido, tras haber sufrido varios abortos. La mayor estudiĆ³ Derecho y se dedica a administrar la herencia materna, y su hermano, mĆ”s mediĆ”tico, lleva aƱos intentando abrirse camino en la mĆŗsica como Zeus Montiel.
El 8 de abril del 2013, a los 85 aƱos, MarĆa Antonia Abad (el nombre real de la artista manchega) falleciĆ³ de muerte sĆŗbita en su domicilio madrileƱo.Ā Al dĆa siguiente la enterraron en el cementerio de San Justo. El cortejo fĆŗnebre pasĆ³ por las calles del centro de Madrid y en la plaza de El Callao, en la Gran VĆa, se le rindiĆ³ un Ćŗltimo homenaje con la proyecciĆ³n deĀ El Ćŗltimo cuplĆ©Ā yĀ La violeteraĀ , las dos pelĆculas que la convirtieron en estrella inmortal.
Sus colegas artistas, familiares y amigos, la recuerdanĀ como una mujer muy moderna para su tiempo. Mucho antes de que se inventara el photoshop, existiera Instagram y otras aplicaciones digitales, ya utilizaba filtros para alisar y rejuvenecer su rostro: una media del nĆŗmero 9, color gris, de Christian Dior, que colocaba en el objetivo de la cĆ”mara.