De acuerdo a las costumbres en la religión católica o para los seguidores de Cristo, el Viernes Santo tiene especial significado pues concluye con la crucifixión.
Es en ese momento que Jesús dice sus populares 7 palabras en la cruz. He aquí su significado:
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
De acuerdo al evangelio escrito por Lucas, 12:34, esta palabra es el fiel reflejo de lo que representaba Cristo y el mensaje que difundía, uno lleno de amor y esperanza que ponía al prójimo por delante incluso de sí mismo. Dirigida a los culpables de su castigo, su determinación por salvar a los demás del pecado y recibirlo él en cambio es evidencia de su misericordia.
Hoy estarás conmigo en el paraíso
Según Lucas, 23:43: Se lo dice al ladrón arrepentido y es el momento en que le asegura la salvación a toda persona que se lamente de sus pecados. Ni para él ni para Dios existe obstáculo alguno para que la fe se apodere de ellos y puedan tener acceso al reino de los cielos siempre que dejen atrás su mal vivir.
Mujer, he ahí tu hijo. Hijo, he ahí tu madre
Según Juan, 19:26-27. Estas palabras son dirigidas tanto a su madre, María, como a uno de sus discípulos, Juan, al que le confiere el cuidado de su progenitora cuando este se vaya a atender “asuntos del reino”. Esta escena representa en la gratitud que tiene con el prójimo (su discípulo), pero también con la familia (su madre) al no dejar a ninguno desamparado.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Marcos, 15:34. En un momento de debilidad, que algunos fieles se niegan a creer que salieron de la boca de Jesús, este se entrega a la voluntad de su Padre. Se trata de un acto de humanidad en el que el sufrimiento lo supera hasta finalmente sucumbir en lugar de todos los demás, recibiendo el castigo al que estaba destinado.
¡Tengo sed!
Según Juan, 19:28. Otra de las escenas en que Cristo sucumbe a las necesidades humanas pese a tratarse más delante de un ser divino. Además de una sed fisiológica, esta representa el deseo de redención para la salvación de los demás; una sed espiritual que será consumada al término de su crucifixión.
Todo está consumado
Según Juan, 19:30. Se trata del momento en que Jesús se da cuenta que ha logrado cumplir la última misión redentora que se le encomendó en su estadía en la Tierra. La voluntad de Dios ha sido realizada y, entre la agonía junto a la sensación de victoria, emite esta singular frase a poco de acabar con su calvario.
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu
Según Lucas, 23:46. Estas serían las últimas palabras que diría Cristo antes de su muerte. Su significado sirve para la reflexión de todo creyente ante la adversidad: es la confianza en que, pese a las vicisitudes, gracias a un correcto comportamiento tendrá asegurado un lugar en el reino de los cielos.
Información reseñada por El Comercio
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