Todavía, hay tiempo para que las víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos, por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Tareck El Aisami, generales, Vladimir Padrino, Gustavo González López, Remigio Ceballos, Néstor Reverol y una interminable ristra de coautores y facilitadores, contribuyan con la posible “reanudación” del llamado caso “Venezuela I” expediente ICC-02-18 que cursa ante la Corte Penal Internacional, CPI.
La investigación a reanudarse, ha sido centrada o limitada a los siguientes crímenes de lesa humanidad, previstos y castigados en la codificación de 2010, aprobada en el marco del Tratado de Roma: “Privación de libertad u otra privación grave de la libertad física (artículo 7.1.e); “tortura” (artículo 7.1.f); “violación y/o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable” (artículo 7.1.g.1); y “persecución por motivos políticos contra personas detenidas desde al menos abril de 2017, por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, autoridades civiles y personas progubernamentales o grupos llamados colectivos”. (artículo 7.1.h).
Si nos atenemos a la letra del pronunciamiento del 18 de noviembre de 2022 de la Sala Preliminar Primera de la CPI, de la investigación hipotéticamente a reanudarse, quedaron excluidos delitos que para nosotros, estaban y siguen estando, más que a la vista: “Crímenes de lesa humanidad de asesinato” (artículo 7. 1. a); “Crímenes de lesa humanidad de exterminio” (artículo 7. 1. b); “Crímenes de lesa humanidad de deportación o traslado forzoso de población” (artículo 7, 1. d); “Crímenes de lesa humanidad de desaparición forzada de personas” (artículo 7. 1. i) y “Crímenes de lesa humanidad de otros actos inhumanos” (artículo 7. 1. k).
El pasado martes 28 de febrero , el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, visitó de manera oficial al Fiscal de la CPI, Karim Khan. Rusia no es signataria del Tratado Internacional que instituyó la referida instancia judicial. Sin embargo es Estado parte de las Convenciones de Ginebra y sus protocolos, en materia de crímenes de guerra, lo que afirmará, la jurisdicción de la CPI para dictaminar sobre los delitos cometidos en el actual conflicto, en el este de Europa.
A la salida del encuentro entre los señores Zelenskiy y Khan, el último de los nombrados, muy eufórico exclamó que el papel de la CPI era brindar justicia efectiva a los ucranianos y "no limitarse a una ronda de aplausos por un truco de prestidigitación". Palabras, más, palabras menos, eso mismo dijo, hace más de un año, apenas el genocida Vladimir Putin ordenó invadir el país vecino. Desde entonces, ha habido más de 100.000 muertos y aparte de promesas altisonantes, la CPI no ha movido ni un solo músculo de su abotargado rostro para intentar, aunque sea, detener tal matanza.
Por eso y otras cosas más, no me cuento entre los hagiógrafos de ese antro con sede en La Haya. Pese a ello, este servidor, estima que se deben copar la totalidad de los espacios, para intentar deponer a la narco tiranía, más allá de lo inefectivos que resulten algunos. Si hay una elección, voto para después poder cantar fraude. Si hay un diálogo, le hago seguimiento para contabilizar sus embustes. Si hay una sedición contra el gobierno usurpador, pueden contar conmigo. Y si se produce prevaricato en los tribunales, hay que denunciar con conocimiento de causa, a sus perpetradores.
De allí que exhorto de la manera más respetuosa a mis compatriotas, a saturar por avalancha los buzones de la CPI con las informaciones de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los narco tiranos, de los cuales hayan sido víctimas, directas o indirectas.
Los afectados, pueden obtener y enviar el formulario correspondiente, conforme se indica el sitio oficial de la CPI https://icc-vams.mendixcloud.com/index2.html. Es muy fácil rellenarlo. Mecanografiado o manuscrito. Basta escribir la pura verdad. Si ese enlace no le abre, no se quede con las brazos cruzados. Está otra alternativa titulada "Información para las víctimas de la situación Venezuela I"
La CPI ha sido tachada, como tribunal especial para negros, por haberse concentrado en la investigación de crímenes de lesa humanidad perpetrados en el continente africano. La instamos, una vez más, a que en los casos de Ucrania y Venezuela, cumpla con su deber como lo mandan, Dios, la Ley y la decencia.
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