Más de 200 músicos participantes en proyectos sociomusicales y educativos de 9 países se unieron este lunes 27 de mayo en el Palau de la Música de Barcelona (nordeste de España) bajo la batuta del director venezolano Gustavo Dudamel, en un ensayo abierto que tuvo la inclusión y el intercambio cultural como protagonistas.
El acto, que supuso el momento culminante del encuentro internacional Chords of Harmony, contó con intérpretes de la Orquesta Juvenil de Los Ángeles, la YOLA, del Coro de Manos Blancas de Venezuela, integrado por jóvenes con diversidad funcional, y de los coros catalanes de Palau Vincles, el proyecto social del Palau, la Fundació Xamfrà, vinculada al Raval, y la Escuela Superior de Música de Cataluña.
Siguiendo las indicaciones del maestro venezolano, jóvenes estadounidenses, venezolanos, españoles, ingleses, suecos, griegos, suizos, portugueses y franceses interpretaron la Sinfonía número 9 de Beethoven, más conocida como Oda a la Alegría, y la obertura de la obra Egmont del mismo compositor, a la que Dudamel dedicó la mayor parte del ensayo, de una hora y media de duración.
Antes de su llegada al escenario y frente a un auditorio prácticamente lleno, sobre todo de niños y jóvenes de entidades sociales y educativas de la ciudad o estudiantes de música, dos de los intérpretes pronunciaron un breve discurso con el que agradecieron la oportunidad de compartir la música con el director y reivindicaron: "Con nuestras historias, culturas y patrimonio llegamos más lejos".
El público respondió con una gran ovación, reconocimiento al que el mismo Dudamel, sonriente, también se unió bajando de la tarima y colocándose entre los músicos, que le devolvieron el aplauso.
Con información de elnacional.com
Nueva York busca enviar migrantes a otras localidades
Los migrantes continúan llegando a Nueva York y el gobierno local implementó una medida que les permite desalojarlos de los refugios en 30 o 60 días. Además, ofrece ayuda para enviarlos a otras localidades, incluidos sus países de origen. Ángela González, de la Voz de América, informa.
Nuevo fracaso de proyecto de ley bipartidista sobre seguridad fronteriza
En un escenario político cada vez más polarizado, el Senado estadounidense vio fracasar por segunda vez un ambicioso proyecto de ley bipartidista sobre seguridad fronteriza. La propuesta, que buscaba implementar medidas drásticas para la regulación de la frontera sur, no logró el consenso necesario, quedándose con una votación de 43 a favor y 50 en contra, sin alcanzar los 60 votos requeridos para avanzar.
Este revés -según el abogado de inmigración Héctor Quiroga- es el resultado de la férrea oposición de la mayoría de los senadores republicanos y las evidentes divisiones internas entre los demócratas, quienes no lograron unificar criterios sobre la mejor forma de abordar los crecientes desafíos migratorios. La falta de consenso ha provocado que el proyecto, que incluía medidas como una nueva autoridad de emergencia para restringir los cruces fronterizos y un endurecimiento de los requisitos para solicitar asilo, fuera visto por algunos como un esfuerzo meramente político.
Las repercusiones de este fracaso son significativas, dado que la inmigración sigue siendo uno de los temas más divisivos y prioritarios para los votantes estadounidenses. La Casa Blanca y líderes demócratas habían invertido considerablemente en la medida, esperando reforzar su postura sobre seguridad fronteriza antes del primer debate presidencial del próximo mes.
Entre los críticos más fuertes del proyecto se encontró la senadora independiente Kyrsten Sinema de Arizona, quien, a pesar de ser una de las principales negociadoras de la medida, votó en contra argumentando que las comunidades fronterizas necesitan soluciones políticas reales y no solo maniobras políticas que no abordan las verdaderas necesidades de la región.
Por su parte, el senador demócrata Cory Booker, quien apoyó la medida en una votación previa, expresó su oposición esta vez aludiendo a ciertas disposiciones del proyecto que, según él, violan los valores compartidos de los estadounidenses y que no contribuirían a una verdadera seguridad.
La oposición republicana ha sido casi unánime, describiendo la votación como un intento demócrata de obtener cobertura política sin ofrecer soluciones concretas a los problemas en la frontera. Este punto de vista fue respaldado por la senadora republicana Susan Collins, quien criticó el momento y la metodología del proceso de votación.
El impacto de no aprobar esta reforma trasciende lo legislativo, reflejando una profunda división ideológica que podría tener consecuencias duraderas en la gestión de la política migratoria de Estados Unidos. Mientras tanto, la administración actual y algunos miembros del Congreso siguen explorando otras vías, incluyendo acciones ejecutivas, para mitigar los efectos de la creciente migración y enviar un mensaje de firmeza y compromiso ante un tema que sigue dominando el debate público nacional.
Con el debate político en punto muerto y la creciente presión por parte de las comunidades afectadas, el futuro de la política fronteriza en Estados Unidos sigue siendo incierto, y la búsqueda de un consenso efectivo y duradero parece cada vez más difícil de alcanzar.
Con información de Quiroga Law Office
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