En un movimiento sorpresivo, el gobierno de Venezuela anunció el cierre temporal de la frontera terrestre con Colombia y la suspensión de vuelos entre ambos países. Esta medida, implementada de manera inmediata, ha generado incertidumbre tanto en ciudadanos como en comerciantes que dependen del flujo constante de personas y mercancías a través de esta conexión.
La decisión se enmarca en un contexto de tensiones diplomáticas y operativas. Según fuentes oficiales, el cierre busca fortalecer la seguridad nacional y garantizar el control en puntos estratégicos de ingreso. El gobernador de Táchira, Freddy Bernal afirmó que la medida será hasta el próximo lunes 13. Agregó que esta acción es “preventiva y necesaria”.
Por otro lado, los sectores económicos de ambos países manifestaron preocupación, señalando que el comercio fronterizo podría verse gravemente afectado. Organismos de derechos humanos también advirtieron sobre el impacto de esta decisión en las familias que viven a ambos lados de la frontera.
Mientras tanto, representantes de Colombia han expresado interés en dialogar para entender los motivos detrás de estas acciones y encontrar una solución que permita la normalización de las actividades fronterizas lo antes posible.
Señala eldiariolosandes.com que este cierre subraya las complejidades de las relaciones bilaterales entre Venezuela y Colombia, países que comparten una extensa frontera de más de 2,200 kilómetros y una historia marcada por altibajos diplomáticos.