Ucrania y China abrieron este miércoles 26 de abril la ventana al diálogo con la primera conversación desde el inicio de la invasión rusa entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, con perspectivas muy diferentes sobre cómo abordar el camino a la paz.
"Tuve una llamada telefónica larga y significativa con el presidente Xi Jinping", tuiteó Zelenski.
En la conversación, que duró una hora, según Zelenski, Xi defendió una solución pacífica al conflicto.
"El diálogo y la negociación", dijo, son "la única salida".
Según el Ministerio chino de Exteriores, se trata del exembajador en Rusia, Li Hui.
Zelenski a su vez anunció el nombramiento de Pavló Rabikin nuevo embajador en Pekín, donde la legación ucraniana estaba encabezada desde febrero de 2021 por la encargada de negocios.
Ucrania esperaba esta conversación desde hace más de un año, y particularmente desde la visita de Xi en marzo a Rusia, donde presentó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, su plan de paz, según reseña 800noticias
El presidente chino defendió la integridad territorial de Ucrania y aseguró que Pekín no "observará el conflicto desde lejos esperando obtener beneficios" ni "echará más leña al fuego".
Xi anunció que ha designado un representante especial con el fin de "llevar a cabo una comunicación profunda con todas las partes sobre una solución política a la crisis".
Visiones diferentes sobre la paz
China ha planteado 12 puntos que priorizan el alto al fuego, el cese de la "mentalidad de guerra fría" y el respeto a las "legítimas preocupaciones de seguridad de los países", lo cual es visto por Occidente como un guiño a las exigencias rusas de una Ucrania neutral y fuera de la OTAN.
Kiev considera inaceptables estos términos, ya que no exigen la retirada rusa de los territorios ocupados.
Zelenski por su parte ha ideado una iniciativa de 10 puntos que exige la retirada rusa, la restauración de la soberanía y garantías del fin de la guerra, entre otros.
El presidente ucraniano dejó claro después de la llamada telefónica que «no puede haber paz a expensas de compromisos territoriales».
"La integridad territorial de Ucrania debe restaurarse a su estado de 1991", enfatizó en su cuenta de Telegram.
Sin embargo, según el portavoz de la Presidencia ucraniana, Serhiy Nykyforov, también «hay determinados puntos de coincidencia, en particular respecto a la no proliferación nuclear».
"Podemos comenzar el diálogo a partir de estos puntos de contacto de las posiciones ucraniana y china", afirmó en televisión.
A la carrera por la paz en Ucrania se también el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
La posición de Lula respecto a la guerra en Ucrania ha recibido en las últimas semanas críticas tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos y del Gobierno de Zelenski, por considerar que el presidente brasileño pone a las dos partes en igualdad de condiciones.
Desde Madrid, donde se encuentra en visita oficial, Lula volvió hoy a insistir en su intento de crear un "G20 de la paz", para intentar conseguir el fin de la guerra, y pidió un alto el fuego en Ucrania para "abrir caminos de diálogo".
Moscú duda de la reunión
Moscú reaccionó a la conversación entre Xi y Zelenski celebrando «la disposición de la parte china a esforzarse para impulsar el proceso de negociación».
La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, alertó sin embargo que «el problema no radica en la falta de planes buenos» ya que Zelenski ha prohibido «por ley» dialogar con Rusia.
"Hasta el momento el régimen de Kiev ha mostrado su rechazo a cualquier iniciativa sensata dirigida a una solución política y diplomática de la crisis ucraniana y ha condicionado su eventual consentimiento a negociar a ultimátums con demandas poco realistas", afirmó Zajarova.
Un contraofensiva a la espera
Todo ello se produce a la espera de la contraofensiva ucraniana, sobre la cual Kiev no quiere hacer comentarios después de varios anuncios y retrasos.
El secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov, declaró hoy que el mando militar "tiene su propio plan que a día de hoy no conoce nadie» y «solo un círculo muy estrecho de personas está informado".
Todo dependerá, señaló, "del ritmo en que lleguen los suministros de armas" de Occidente.
Sin embargo, el jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, estimó que la operación ucraniana podría arrancar en un par de semanas, cuando mejore el tiempo.
"Hoy está lloviendo, el 2 de mayo caerá la última lluvia. Hará falta una semana más para que el viento seque la tierra, después de eso el Ejército ucraniano estará listo para comenzar", indicó.
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