
La intención de estas líneas no es tomar posición acerca del disputado desenlace de las elecciones recién llevadas a cabo en Estados Unidos, sino la de exteriorizar alguna reflexión con la esperanza de que pueda ser de utilidad para nosotros, los venezolanos, sumergidos ahora en la vorágine de un viciado proceso “electoral” impulsado por quienes aún controlan para su exclusivo beneficio los recursos y las instituciones del Estado.